El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife inició ayer la instalación de unas nuevas barreras de seguridad en la avenida Francisco La Roche (avenida de Anaga) para evitar que los vehículos puedan invadir la acera, tal y como ocurrió el pasado 21 de noviembre, cuando un coche sin control arrolló varias mesas en dos terrazas de la popular vía, resultando heridas seis personas. La concejala de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Evelyn Alonso, señala que esta es una medida provisional y anuncia que ya se está trabajando en la que será la actuación definitiva, que consistirá en cambiar “las plazas de aparcamiento de un lado a otro de la avenida”.

En concreto, se trasladará la línea de estacionamiento que se encuentra en el sentido de la vía hacia San Andrés a la parte de la calzada que se encuentra junto a la acera de las terrazas. “De esta manera, los coches aparcados constituirán una barrera natural para cubrir esa zona en la que se suelen reunir numerosos ciudadanos, o bien para disfrutar de las terrazas o bien para caminar”, explica la edil Evelyn Alonso. Esta señala que los aparcamientos del sentido hacia San Andrés serán eliminados, “porque los colocaremos en el otro lado de la calle”. “No podemos tener estacionamientos en ambas partes porque los carriles para la circulación, dos en cada sentido, deben mantenerse”, matiza.

La concejala recuerda que en la reunión que mantuvo con los propietarios de los locales afectados por el accidente del 21 de noviembre, estos le solicitaron que se instalaran barreras que “transmitieran seguridad a los clientes por lo que había sucedido”. Aquel sábado, sobre las 22:30 horas, el conductor de un vehículo, que acababa de salir del túnel en dirección a San Andrés, perdió el control del mismo, lo que provocó que invadiera el sentido contrario, cruzara totalmente la calzada y arrollara entre siete y ocho mesas de las terrazas de la avenida de Anaga, provocando que seis personas resultasen heridas. Pudo haber ocasionado una auténtica tragedia, pero afortunadamente, al día siguiente los heridos fueron dados de alta. El accidente dejó a toda la capital conmocionada. La tasa de alcohol del conductor era en esos momentos de 1,38 miligramos por litro, una cantidad que quintuplica lo permitido.

Las nuevas barreras, para tranquilidad de los ciudadanos, empezaron a colocarse ayer, a través del área de Servicios Públicos, que dirige el concejal Guillermo Díaz Guerra. Este también ha señalado que la solución definitiva debe ser el traslado de los estacionamientos de un lado a otro de la vía.