Dos años y tres meses han sido necesarios para que el Círculo de Bellas Artes de la capital tinerfeña haya pasado de cerrar sus puertas por desarrollar actividades clandestinas por carecer de los preceptivos permisos municipales a lograr la licencia de obras que el pasado martes 5 de enero le concedió la Gerencia de Urbanismo que dirige el concejal popular Carlos Tarife. “La ejecución de estos trabajos permitirá legalizar todo lo que haya que legalizar y garantizará que el Círculo de Bellas Artes no se vuelva a cerrar en su historia”, manifestó Tarife a EL DÍA.

Cabe recordar que este templo de la cultura chicharrera, que se localiza en la céntrica calle del Castillo, tuvo que suspender toda su actividad después de que en el mandato anterior, el 14 de septiembre de 2018, Carlos Tarife –el mismo responsable de Urbanismo que está al frente de la Gerencia en la actualidad– ordenara el cese inmediato de “eventos culturales, sala de exposiciones y audiciones, de pública concurrencia, en el que se incluye bar cafetería” por carecer de “un título habilitante, licencia de apertura o comunicación previa”.

El concejal popular resolvía así en 2018 el cierre del Círculo de Bellas Artes después de que un informe técnico realizado en diciembre de 2017 advirtiera de que “se puede estar desarrollando una actividad clandestina en el establecimiento” a consecuencia del expediente que se instruyó por las quejas de un vecino de la zona que alertó de los ruidos derivados de la representación de una obra de teatro que se celebró en el salón de actos, en la segunda planta. En vez de acudir por la vía del diálogo, recuerdan fuentes del Círculo de Bellas Artes, prefirió formalizar la correspondiente denuncia que investigó Urbanismo hasta ordenar el cierre al verificar que las instalaciones culturales carecían de los correspondientes permisos.

Carlos Tarife recordó que “la concesión de la licencia de obras es una excelente noticia, en especial porque como responsable de Urbanismo en el mandato anterior tuve la obligación de cerrar el Círculo de Bellas Artes, y eso supone que cuando cierras esa etapa uno se marcha con una espinita”. Tras la moción de censura que se presentó en julio del pasado año, el concejal popular volvió al frente de Urbanismo, lo que “me ha permitido ser la misma persona que firma la licencia de obras que permitirá legalizar el inmueble; significa que estoy empatado con ellos”, precisó en tono coloquial el responsable de Urbanismo. “Lo único que falta ahora, como le hice saber al presidente del Círculo de Bellas Artes el pasado martes, cuando le comuniqué la concesión de la licencia, es asistir a la inauguración del inmueble”.

Buenas relaciones

Alejandro Tosco, presidente de la institución cultural, no ocultó ayer su satisfacción porque se hayan recuperado las buenas relaciones entre el Círculo de Bellas Artes y el Ayuntamiento de la capital tinerfeña, “después de que se perdieran; ahora estamos trabajando todos juntos en positivo”.

El titular de la institución cultural de la capital tinerfeña recordó que lleva al frente de la presidencia desde el confinamiento; precisamente el 10 de marzo –antes de que se decretara el estado de alarma cuatro días después– fue elegido responsable del Círculo, en sustitución de José Valladares, si bien fue una lista de continuidad porque su antecesor se integró en su equipo de trabajo. “Quién conoce más que nadie el trabajo que se ha hecho y la situación a la que ahora debemos enfrentarnos”, dijo entonces Tosco, que se impuso a la otra candidata, la pianista Esther Ropón, en un estrecho margen 54 frente a 53 votos.

El presidente de la institución recordó que el Círculo ha permanecido cerrado durante tres años y “ya es hora de abrirlo”, si bien su reapertura pasa por la ejecución de unas obras completas, pues el inmueble precisa de una nueva instalación eléctrica, y precisa de las correspondientes salidas de emergencia que carece en la actualidad o la ampliación de las escaleras en las cinco plantas del edificio. Eso unido a que el inmueble, aunque no es BIC, se localiza en una zona de la capital que sí goza de dicha protección.

Con la satisfacción de tener la licencia concedida –de haberse trabajado incluso el mismo día 5 de enero, víspera de Reyes, para agilizarla, reconoció Tosco–, recordó que ahora queda otra parte completa como es la búsqueda de la financiación. “Estamos trabajando en acuerdos con el Gobierno canario, Cabildo y Ayuntamiento de Santa Cruz; en algún caso marcha a buen ritmo. De hecho, el Ejecutivo autonómico ya ha aportado una parte para afronta la obra”.

Cuando se le pregunta por los plazos, el presidente del Círculo de Bellas Artes confirma que las obras comenzarán este año y confía en poderlas finalizar el próximo, “aunque dependemos de la burocracia y del ritmo que lleva cada administración”, advierte.

Las obras

Los trámites para lograr la licencia de obras se iniciaron el 31 de julio pasado, con un proyecto redactado por el estudio de los arquitectos Ramiro Cuende y Santiago Gutiérrez para intervenir en los 1.904,27 metros cuadrados que se reparten en cinco plantas. El presupuesto estimado de la actuación asciende a 1.154.184,33 euros.

Según consta en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico y Urbano, el inmueble se proyectó en los últimos momentos del siglo XIX o principios de XX y atiende a un estilo ecléctico. Además, se realizó una reforma según proyecto del equipo Correa y Estévez que contó con una distinción del Premio Regional de Arquitectura Oraá y Arcocha, y ahora se someterá a una mejora para legalizar su actividad como contenedor de usos culturales con el sello del tándem Cuende y Gutiérrez.