El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, tras el aumento de la demanda de los recursos sociales de acogida y alojamiento en esta etapa de crisis social y sanitaria por la COVID-19, ha tomado la decisión de implementar un dispositivo provisional nocturno para personas sin hogar, que entrará en funcionamiento a partir del próximo 20 de diciembre.

Este dispositivo temporal y de emergencia, habilitado por el alcalde, José Manuel Bermúdez, a través del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), se activará en el Pabellón Pancho Camurria -ubicado frente al Centro Municipal de Acogida (CMA)-, "una situación sobrevenida por las actuales restricciones y el toque de queda nocturno, y es fundamental que comience su funcionamiento durante la próxima semana, ya que los recursos especializados para este colectivo se encuentran completamente ocupados y desbordados", confirmó el alcalde.

La concejala de Acción Social, Rosario González, ha explicado que en el período actual de pandemia, en el que el Gobierno de Canarias mantiene el 'semáforo rojo' con un aumento de las restricciones por riesgo de contagio del virus, con el establecimiento de 'toques de queda' en horarios nocturnos, "la realidad es que las personas sin hogar se convierten en un colectivo aún más vulnerable".

"Al pretender evitar el movimiento y estancia de personas en la calle o la formación de pequeños grupos, las personas sin hogar en diferentes zonas de la ciudad y en muchos casos en enclaves de especial tránsito pueden facilitar el avance de la COVID-19 y afectar tanto a este colectivo como al resto de la ciudadanía de Santa Cruz", aclaró González.

El nuevo espacio alojativo permitirá que todas las personas vulnerables que han sido derivadas a través del Centro Municipal de Acogida (CMA) puedan permanecer en un entorno con menor riesgo de contagio, menor exposición al frío y llevando una vida digna en el interior del recinto.

La concejala de Acción Social sostiene que las personas sin hogar "están expuestas a una serie de circunstancias que dificultan los procesos de inclusión social y su protección frente a la pandemia", y añadió que los largos períodos de tiempo en la vía pública "generan dificultades para el aseo personal, la alimentación adecuada, la toma de medicación y el uso adecuado de elementos de protección personal como mascarillas o geles hidroalcohólicos".

Desde el diagnóstico profesional y técnico por parte del IMAS, estas circunstancias sumadas en muchos casos a patologías de salud mental, procesos de desestabilización emocional y personal, adicciones o a procesos de inicio de desintoxicación, agravan las condiciones de salud de dichas personas y las sitúan en un estado más frágil y desprotegido frente a enfermedades y patologías tanto de carácter físico como mentales.

"Para la implementación de un recurso de dichas características y en pleno período de pandemia, el IMAS garantiza el desarrollo de protocolos COVID, equipos de trabajo y material especializado para dar cobertura en esta situación de emergencia", finalizó Rosario González.