El alcalde de la capital chicharrera, el concejal de Fiestas y la concejala de Cultura inauguraron en la tarde de ayer el nacimiento que se ha instalado sobre una tarima de 4,5 metros de ancho por 7,5 de ancho. Las imágenes son propiedad del Organismo Autónomo de Fiestas; si bien este año se ha permitido que se puedan disfrutar por los 360 grados, al suprimir construcciones y evitar posibles aglomeraciones de público.

La plaza de La Candelaria, en el corazón de la capital tinerfeña, acogió en la tarde de este lunes, 7 de diciembre de 2020, un acto con sordina en cumplimiento de las medidas sanitarias impuestas por las autoridades para evitar posibles contagios del Covid-19.

Sobre las siete y media de la tarde de ayer, el alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, junto al concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, y la responsable de Cultura y Patrimonio Histórico de la ciudad, Gladis de León, procedieron al encendido del belén que se instaló en la céntrica plaza capitalina.

Tres son las principales novedades del nacimiento que este año la concejalía que dirige Alfonso Cabello le ha encargado a la empresa Benelux. La más curiosa, se trata de un belén de 360 grados que permite una imagen panorámica, con el objetivo de evitar posibles aglomeraciones de público y mantener de esta forma el pretendido y recomendado distanciamiento social.

Otra de las señas de identidad del nacimiento que se ha colocado sobre una tarima de 4,5 metros por 7,5, por debajo de la fuente de La Candelaria, es la incorporación de efectos luminosos dentro del belén y, en especial, de música ambiente que estará activada coincidiendo con el horario comercial de la zona.

Por último, otra de las características del portal habilitado en la céntrica plaza es que tanto san José como la Virgen María lucen ropas que han sido diseñadas y confeccionadas por el laureado creador de moda Leo Martínez.

Leo Martínez viste el belén. | | M. P.

El Organismo Autónomo de Fiestas encargó la renovación del vestuario de los dos elementos centrales del nacimiento al reconocido diseñador, que se ha adaptado a un estilo hebreo, en consonancia con la decoración del entorno que crea el misterio de la natividad de Jesús y en una apuesta también por cuidar a los artistas de la tierra, ya que el sector de la cultura es uno de los más afectados por la crisis sanitaria y económica que se arrastra desde la declaración del estado de alarma del pasado mes de marzo; el creativo Leo Martínez ha invertido casi dos semanas en la renovación del vestuario.

Complementa la ambientación navideña de la zona la colocación de dos buzones para que los niños puedan depositar la carta a los Reyes Magos, recurso que desde hace una semana se ha distribuido por los colegios y guarderías de la capital, así como por lo paseos principales de la ciudad, como la avenida de Los Príncipe o el parque Leoncio Oramas, en Somosierra. Ya están colocadas las figuras de San José y la Virgen María, junto a la mula y el buey –a tamaño real– a la espera del nacimiento del niño Jesús, el día 25, con el deseo de que no se repita la desaparición esta imagen, como ocurrió en el pasado por un acto vandálico.