El Parque Rural de Anaga podría perder su condición de Reserva Mundial de la Biosfera, reconocimiento que le otorgó la Unesco en 2015 por ser el lugar de Europa que cuenta con mayor cantidad de endemismos, por sus riquezas naturales, por su modelo de desarrollo sostenible y por su interés como patrimonio científico. Así lo ha admitido el propio Ayuntamiento de Santa Cruz. Este culpa al Cabildo de que no se haya podido cumplir con los objetivos establecidos en la citada declaración para poder mantener el título, por la falta de una estructura clara de gestión y ejecución de acciones.

Asimismo, el Consistorio chicharrero, a través de la edil de Medio Ambiente, Evelyn Alonso, lamenta que “las administraciones públicas hayamos sido incapaces de responder a las expectativas generadas inicialmente entre la población del macizo de Anaga durante el proceso de la candidatura, con lo que se ha extendido de forma justificada un estado de opinión de frustración, desencanto y escepticismo generalizado”.

Por todo ello, el pleno de Santa Cruz tiene previsto aprobar hoy una moción institucional para exigir al Cabildo que, “de manera urgente, establezca una estructura de gestión clara y operativa en relación con la Reserva de la Biosfera de Anaga, garantizando la función ejecutiva que resulta necesaria para el adecuado cumplimiento de los objetivos”. Entre dichos objetivos se encuentra la ejecución de acciones relacionadas con la conservación y protección de los valores naturales y culturales del macizo, que abarca tres municipios, Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste; con el desarrollo socioeconómico de la zona; y con la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

Asimismo, en la moción institucional que tiene previsto aprobar hoy el pleno se reitera al Cabildo “la disposición del Ayuntamiento de la capital a implicarse en la gestión de la Reserva mediante un convenio interadministrativo de colaboración, que permita realizar las funciones ejecutivas de la misma a través de la Fundación Canaria Santa Cruz Sostenible”. Y en el caso de que la propuesta del Consistorio chicharrero sea desestimada, el pleno le pide a la Corporación insular que adopte las medidas necesarias, “de forma inmediata y sin mayor dilación”, para la creación del órgano de gestión de la Reserva de la Biosfera en la fórmula que estime más adecuada, “asegurando el cumplimiento de los compromisos adquiridos tanto con la Unesco como con las poblaciones del macizo de Anaga”.

La normativa de la Unesco, así como la del Gobierno canario, obliga a que exista un órgano de gestión y otro de participación

La edil Evelyn Alonso recuerda que la declaración de Anaga como Reserva de la Biosfera supuso un hito de singular relevancia para Tenerife y una oportunidad histórica para promover un desarrollo social y económico sostenible de la Isla y de los municipios en los que se enclava. “Ahora bien, para mantenerse en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera es necesario cumplir con una serie de requisitos y objetivos. Anaga está muy lejos de cumplirlos”, agrega.

Esta indica que la normativa de la Unesco, así como la del Gobierno canario, obliga a que exista un órgano de gestión y otro de participación pública en cada reserva de la biosfera. En concreto, el Ejecutivo atribuye de manera imperativa la gestión a “una entidad o un órgano colegiado dependiente o con participación del respectivo cabildo insular”. Para Anaga, el Cabildo de Tenerife reguló la estructura de gestión de la Reserva a través del denominado “Reglamento Orgánico del Consejo General y órganos complementarios”, aprobado en 2017. La edil cuenta que este reglamento establece la estructura de gestión en unos términos “ambiguos e imprecisos, sin quedar claro a quién corresponden las funciones ejecutivas”.

“En la práctica, esta situación está generando problemas graves de gestión, por lo que existe el riesgo de no superar la evaluación decenal de la Reserva, lo que a su vez traería como consecuencia la pérdida del reconocimiento mundial”, sentencia Alonso.