“Esta fosa se ha abierto para mí; aunque dicen que he muerto, vivo aquí”. Es el epitafio inscrito en la tumba del historiador y botánico francés Sabino Berthelot, uno de los numerosos ilustres personajes que fueron enterrados en el emblemático cementerio de San Rafael y San Roque, en Santa Cruz de Tenerife, el cual permanece cerrado desde 1916. Precisamente, para rescatarlo de su deterioro y para difundir los múltiples fragmentos de historia y belleza que encierra este camposanto, ayer, tras un largo proceso de tramitación administrativa, comenzaron las obras que permitirán por fin abrir este espacio al público como patrimonio cultural del municipio. Para ello, el Ayuntamiento chicharrero invertirá un presupuesto que asciende a unos 600.000 euros y los trabajos de rehabilitación tendrán un plazo de ejecución de 12 meses, por lo que la previsión es que la ciudad recupere el histórico cementerio de San Rafael y San Roque, para ser visitado, a finales del próximo año.

El alcalde, José Manuel Bermúdez (CC), el edil de Infraestructuras, Dámaso Arteaga (CC), y la concejala de Cultura, Gladis de León (CC), acudieron ayer al camposanto para comprobar el estado de las obras, donde destacaron la importancia de esta actuación, “pues se trata de un elemento muy singular de la historia de Santa Cruz, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que la ciudadanía debe conocer dentro del catálogo cultural de la capital”.

Intervenciones previas

Aseguraron que, tras algunas intervenciones previas que ya se han realizado en el cementerio, estos son los trabajos de rehabilitación definitivos que permitirán que este histórico camposanto se pueda abrir a la ciudad, pues la ejecución del proyecto ha sufrido varios retrasos y numerosas vicisitudes. En este sentido, Bermúdez indicó que dichos retrasos se han producido sobre todo por las “trabas que nos han puesto desde Patrimonio Histórico del Cabildo”.

La rehabilitación interior de este cementerio, en el que se encuentran enterradas más de 47.000 personas, de las que más de 46.000 están en fosas comunes y 666 en tumbas, consistirá en recuperar las edificaciones existentes dentro del recinto que se encuentran en mal estado, “respetando su diseño, materiales y sistema constructivo, siempre que sea posible”, explicó el edil de Infraestructuras. Asimismo, añadió, se demolerán las construcciones más recientes, como la edificación adosada a la capilla anglicana y el estanque, que será sustituido por un espacio para la celebración de eventos culturales.

Los trabajos también incluyen la rehabilitación de los caminos y cambio de pavimento; la mejora de la accesibilidad con la colocación de una rampa que conectará las dos partes del cementerio, la católica y la anglicana; la creación de aseos y oficinas para la atención a los visitantes; la potenciación de la vegetación y jardinería; la mejora de la iluminación; y la dotación del mobiliario urbano necesario para este tipo de edificación abierta al público. Con respecto a la jardinería, Arteaga aclaró que se aprovecharán los árboles de porte existentes que están en buenas condiciones, “eliminando los que presenten dificultades, aportándose otros ejemplares que los sustituyan”.

La superficie de este histórico camposanto, con forma rectangular, es de un total de 7.156 metros cuadrados. De ellos, el 81,94% corresponde a la parte católica y el 12,44%, a la británica. Construido en 1810 por la necesidad de ampliar el terreno para los enterramientos durante la epidemia de fiebre amarilla que afectó a la Isla, en la actualidad, el cementerio de San Rafael y San Roque es el fruto de múltiples ampliaciones. Se trata del primer camposanto civil de Canarias, de tipo romántico. En este cementerio chicharrero fueron enterrados ilustres personajes, como Sabino Berthelot, García Sanabria, Ireneo González, Imeldo Serís, o Secundino Delgado. Cerró sus puertas en 1916, con la inauguración de Santa Lastenia.

Los representantes de la Asociación Parque Funerario de San Rafael y San Roque que acompañaron ayer al alcalde en la visita no pudieron ocultar su emoción, pues llevan más de 20 años luchando por la recuperación de este histórico espacio. En este sentido, destacaron que Santa Cruz cuenta con una joya única en todo el país, pues “no hay un cementerio similar en ninguna otra parte”. La presidenta de la asociación, Teresa Laborda, mostró su satisfacción ante el inicio de estos trabajos con los que se podrá abrir al público el camposanto, aunque también mostró su preocupación por el estado que presentan algunas tumbas, cuya rehabilitación no forma parte de este proyecto.

En mal estado

Con respecto a esto, el alcalde hizo un llamamiento a los propietarios o familiares de las tumbas que allí se encuentran para que se pongan en contacto con el Ayuntamiento, con el objetivo de que procedan a la rehabilitación de las que peor estado presentan o para que den su autorización a la asociación para que se pueda intervenir en ellas. Por su parte, el edil de Infraestructuras explicó que “el Consistorio no puede actuar en las tumbas porque son de propiedad privada, aunque haremos todo lo posible para que se actúe en las más deterioradas”. “Lo que sí podemos hacer ya es recuperar el camposanto para abrirlo al público como atractivo cultural, con el fin de dignificar una instalación de un gran valor para Santa Cruz”, manifestó Arteaga.

Por otro lado, la Asociación Parque Funerario de San Rafael y San Roque aprovechó para plantear al alcalde el traslado del panteón de personas ilustres desde el cementerio de Santa Lastenia al de San Rafael de San Roque. Bermúdez le aseguró que se iba a estudiar dicha posibilidad.