Un total de treinta y cinco migrantes llegados en patera al sur de Tenerife entre el martes y el miércoles pasado fueron trasladados ayer por agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional al hotel Adonis Pelinor, establecimiento que está fuera de servicio turístico desde el confinamientos por la incidencia del Covid-19. El Ministerio de Interior alojará en total a medio centenar de inmigrantes en hoteles de la capital tinerfeña, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional.

Poco antes de las ocho de la tarde de ayer, el Cuerpo Nacional de Policía solicitaba colaboración para entrar un vehículo con 35 migrantes a la calle San José, en la actualidad denominada Bethencourt Alfonso, casi a la vez que el delegado del Gobierno de España en Canarias, Anselmo Pestana, y el presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, visitaban el puerto de Arguineguín donde se atienden a los migrantes llegados en los últimos días a Gran Canaria.

La imagen en la céntrica calle de Santa Cruz fue, cuanto menos, atípica. Con las terrazas atestadas de clientes, un furgón de la Policía Nacional se aproximó a la parte baja de la calle de San José que delimita con la Alameda del Duque de Santa Elena. Mientras le cantaban el cumpleaños feliz a Jose, comenzó la llegada de los 35 migrantes hasta el hotel Adonis Pelinor, con una pareja de agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional flanqueando la entrada, con uno de ellos con la lista de los beneficiarios del servicios que, ya en el interior del establecimiento hotelero, les presta Cruz Roja.

Fue un operativo milimétrico, preparado cuando ya se había comenzado la noche y que pasó inadvertido para muchos de los clientes de las terrazas, acotadas por jardineras que delimitan la zona de las mesas con el paseo central. Ya en el interior, una decena de miembros de Cruz Roja hicieron reparto de ropa que sacaron en unas cajas habilitadas en el interior, mientras los usuarios de este servicio fueron repartidos en las habitaciones del hotel Adonis Pelinor. Ya después de las ocho y media, se marcharon tres miembros de Cruz Roja y permanecía un furgón de la Policía Nacional junto a las antiguas instalaciones del bar Atlántico, frente a la plaza de España.

El hotel de la cadena Adonis -uno de los tres que posee en esta zona de la capital tinerfeña- reabría sus puertas para atender a los migrantes, con un miembro de seguridad privada en la recepción y personal de la ONG repartido por el hotel. Desde el exterior se veía en la primera planta del establecimiento, donde estaba la antigua cafetería, a los alojados por el Ministerio de Interior que, por turnos, fueron cenando.

Desde el confinamiento, este establecimiento dedicado a la actividad turística, con 76 habitaciones, había permanecido cerrado a la práctica de su actividad e incluido en la relación de hoteles que realizó el Gobierno de Canarias para ponerlos a disposición de aquellas personas que sufrieron algún contratiempo cuando tenían que volver a sus lugares de origen y tuvieron que retrasar la salida de sus vuelos.

La atención a los migrantes que se presta en el interior del hotel Adonis Pelinor pasaba inadvertida para los cientos de personas que disfrutaban de un paseo por la zona o que compartir la cena en las terrazas de los establecimientos de la zona.

En la puerta del establecimiento, un cartel invita al visita a acudir al hotel Adonis Plaza, que está en frente, para solicitar alguna reserva. Conseguir información en el propio Pelinor era misión imposible: el vigilante remitía al personal de Cruz Roja y ésta, a la jefa que, a su vez, delegada en la responsable de Comunicación. Miembros del equipo de gobierno de Santa Cruz, cuando fueron consultados sobre si conocía el traslado de migrantes, se limitaron a asegurar: "Cero información salvo vídeos de chats sin contrastar". Solo fuentes de la Policía Nacional confirmaron el traslado.

Según los datos aportados, el medio centenar de personas acogidas -34 hombres y una mujer en el hotel Adonis Pelinor- corresponde a las pateras que llegaron al Sur de Tenerife el martes y miércoles pasado, una vez fueron sometidos al correspondiente examen médico para verificar que se encuentran en óptimas condiciones de salud -con los PCR incluidos-, mientras los menores de edad, tras superar con éxito esas pruebas, fueron remitidos a centros correspondientes.

Desde el pasado martes han llegado al Sur de Tenerife tres patera. La primera de ellas, el 8 de septiembre, que trasladaba a 58 personas, de ellos un mejor y dos mujeres. Según los datos confirmaron de esta embarcación, que fue avistada por un barco de recreo a cinco millas de la costa desde la Playa Varadero fallecieron dos ocupantes. Al día siguiente, el miércoles 9 de septiembre, se registró la llegada de otra patera con 42 ocupantes en el barrando del Río, en la zona comprendida entre Arico y Granadilla de Abona.

Las fuentes consultadas precisaron que los migrantes alojados ayer en hoteles de la capital tinerfeña corresponden a estas dos pateras. A raíz la crisis de los cayucos, que ya vivió Canarias en 2008, junto a la sede de la Comisaría de la Policía Nacional del Sur te Tenerife se habilitaron varias construcciones prefabricadas que presta su servicio como Centro de Estancia Temporal de Internamiento (CITE) que garantiza que los migrantes no duerman la raso como ha ocurrido en el puerto de Arguineguín, en Gran Canaria.

Vecinos de la zona de Los Gladiolos recuerdan que desde comienzo de este año el recurso de la Unidad de Madres que se había habilitado Instituciones Penitencias en la prisión Tenerife I, cerca del parque La Granja, se destina desde enero a acoger a migrantes.

Cabe recordar que los Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), como el de Hoya Fría, están cerrados desde que se suspensión la repatriación de migrantes.

Desde el muelle de Arguineguín, en Gran Canaria, el delegado del Gobierno de España en las Islas, Anselmo Pestana, confirmaba la derivación de las personas que se encontraban allí, tras realizar las pruebas de filiación y los PCR para poder identificarlos; eso, en lo que respecta a los migrantes de Gran Canaria, ya que los alojados en hoteles de la capital tinerfeña corresponden a las pateras llegadas el martes y el miércoles, ya que el tercer grupo -con 32 migrantes, que desembarcó el jueves- todavía se le realizan las pruebas correspondientes.

Pestana agradeció la colaboración de la Policía Nacional, así como de Cruz Roja y pidió a todas las administraciones a arrimar el hombro, para mantener alojadas a estas personas a los mejores espacios provisionales de ese uso y buscando soluciones habitacionales que nos permitan una red estable en Canarias. "Lo que no se hizo en muchos años, estamos afrontando una labor de pocos meses, pero que está siendo muy intensa para buscar esas soluciones que nos permitan gestionar la inmigración irregular por vía marítima de la mejor forma posible desde el punto de vista humanitario para estas personas".