El equipo de gobierno que presidente el alcalde nacionalista José Manuel Bermúdez había fijado para el mediodía de ayer una reunión con la Asociación de Empresarios y Comercios de la Avenida de Anaga para analizar la incidencia de la situación Covid-19. Ya el encuentro venía precedido por las normas dictadas el jueves por el Gobierno autonómico para acotar esta actividad, imponiendo la obligación del uso de las mascarillas en todos los espacios, se limitan las reuniones un máximo de diez personas o la prohibición de fumar en la calle si no hay una distancia social, entre otras. Justo cuando se celebraba la reunión entre ayuntamiento y representantes del sector del ocio nocturno el Ejecutivo central, en esta oportunidad, asestó otro golpe a los empresarios de la noche de toda España, al comunicar el Ministerio de Sanidad el cierre de discotecas y bares de copas en toda España. Y de forma más precisa, regular por decreto el cierre de los establecimientos: el horario de cierre de bares y restaurantes será a las 01.00 horas como máximo, sin que puedan admitirse nuevos clientes a partir de las 00.00. Quedaba en agua de borrajas la negociación que quería plantear la asociación sobre la ampliación del horario para su actividad.

Así lo explicó el alcalde Bermúdez al término de la reunión en la que las partes intentaron llegar al límite de concesiones dentro de las normas antiCovid que se acababan de dictar. Pero es que el decreto del Ministerio de Sanidad tiraba por tierra propuestas como autorizar a los establecimientos de música reorientar en este tiempo su actividad y tener instalar en el exterior terraza.

Una vez descartada la posibilidad de ampliar los horarios, el regidor municipal comunicó su preocupación por el auge que experimentan los botellones en esta época del año en los parques de la capital, caso de La Granja o García Sanabria, y anunció que ha dado instrucciones a la Policía para extremar los controles, recordando que no está autorizado el consumo de alcohol en la vía pública. Además, dichos controles serán más duros y menos permisivos en el cumplimiento del protocolo sanitario que entró en vigor anoche, tales como el uso obligatorio de la mascarilla en la vía pública o la prohibición de fumar en la calle conforme a las condiciones que fija el decreto del Gobierno canario.

Junto a los parques municipales, los controles también se realizará en las zonas de los kioscos de Las Teresitas, cerca de Isla de Marca -junto a la estación de guaguas de la capital- o en el entorno de la avenida de Anaga en horario nocturno. Para erradicar el incremento de esta práctica, que coincide también con la temporada estival, el alcalde y la concejala de Seguridad Ciudadana de Santa Cruz, Evelyn Alonso, anuncian que se impondrán multas y sanciones, sin descartar posibles detenciones en la intervención policial.

La responsable de Seguridad Ciudadana también confirmó que ayer mismo mantuvo una conversación con los mandos de la Policía Nacional para solicitar su colaboración, quedando a total disposición para realizar intervenciones que garanticen el cumplimiento de la normativa sanitaria según las últimas normas dictadas, predisposición que agradeció la concejala no adscrita.

El alcalde aseguró que los cuerpos de seguridad vigilarán para que se cumpla el distanciamiento social, el uso de la mascarilla y que no se consuma alcohol en la vía pública, a la vez que deslizó una crítica a la Delegación de Gobierno por la falta de comunicación que ha existido en los últimos días. "De la misma forma que el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias remitió una carta a todos los ayuntamientos del Archipiélago solicitando la colaboración de las Policías locales en el cumplimiento de las normas dictadas el jueves, desde la Delegación del Gobierno en Canarias no se ha tenido esa misma deferencia con este ayuntamiento que es cocapital del Archipiélago y capital de la provincial de Santa Cruz de Tenerife", lamentó Bermúdez.

Evelyn Alonso preció que, según la conversación mantenida con los mandos de la Policía Nacional, estos efectivos están a disposición de la capital tinerfeña por si fuera preciso intervenir.

Bermúdez insistió en su preocupación en identificar posibles focos de contagios, por lo que se centrará la Policía en erradicar los botellones, al entender el alcalde que ni Santa Cruz, ni Canarias y España se puede permitir un nuevo confinamiento, "no lo soportaría la economía". En este sentido alertó de las consecuencias de un incremento de contagios si esos rebrotes llevaran a colapsar el sistema sanitario.