La playa de Valleseco, cuya actuación tiene un plazo de ejecución de dos años y un presupuesto de casi 17 millones de euros, se convertirá en un monumento natural a la lucha social que comenzó al inicio de la década de los años noventa. Por aquella fecha estaba al frente de la Autoridad Portuaria -entonces Junta de Obras del Puerto- Guillermo Bencomo, que ocupó la presidencia desde el 18 de noviembre de 1987 al 26 de octubre de 1990. Casi al término de su mandato se anuncia un proyecto para Valleseco que un grupo de vecinos entendía que ponía en peligro el uso público de la zona y las naves carboneras con el diseño de un muelle deportivo y la utilización comercial del entorno.

Casi de forma espontánea, los vecinos se movilizan y la placita del centro cultural se convierte en el altar de la lucha vecinal bajo la máxima de que "esta playa es de todos y la usan todos". El ágora del recoleto espacio, que parecía simular un anfiteatro, fue el "útero" donde se fraguó la lucha. Una afirmación hasta pueril, pero que ha sido la razón de ser de la Comisión en Defensa de la Playa de Valleseco. Han tenido que pasar 25 presidentes de la Autoridad Portuaria para cambiar la historia. Del puerto deportivo y zonas comerciales proyectadas hace 40 años, a la playa de charcos que se acondicionará ahora.

Entre los pioneros de la lucha vecinal de comienzos los noventa, Javi González, un bibliotecario palmero que en 1983 llegó por amor a Valleseco con su pareja Montse y que pocos años después abanderó la defensa de la playa junto a Mari Carmen, Mariano, Esperanza, Silu, Cachi, Mon, Anadel, Candi... Desde su "gimnasio caro", un huerto que cultiva en El Sauzal, Javi atiende la llamada telefónica y rehusa dar nombres porque no se quiere olvidar dar nadie. Son casi cuarenta años de lucha en la que han participado centenares, miles de personas...

El anuncio del proyecto de la Junta de Obras del Puerto suscitó la inquietud vecinal. Constituidos en plataforma, fueron al encuentro del presidente Guillermo Bencomo. Sus explicaciones fueron traducidas por los vecinos casi un desafío para los defensores del espacio público. La comisión de defensa de la playa, se constituyó años después, en 1995, asegura que Guillermo Bencomo les aseguró que "tenía la voluntad política y la financiación para iniciar las obras de la playa a la mayor brevedad". Con la misma contundencia le respondieron los vecinos: "Tenemos la voluntad vecinal de pararlas y general un debate". Y lograron su objetivo, aunque hoy admiten que "se ha convertido en una odisea popular y democrática" que ojalá ya fuera una realidad. Pero ya queda menos: hasta septiembre y octubre para la adjudicación del proyecto.

Javi era bibliotecario; Mon y Anabel, trabajadores de la Caja; Candi estaba vinculado a la automoción; Montse Sentís, maestra; Esperanza Brito y Mari Carmen Arteaga, amas de casa; Taqui, electricista; Melania Martín, una activista octogenaria; Mariano Espinosa, empresario... Este era el perfil de los pioneros de la lucha que, aprovechando el seminario sobre Santa Cruz y el Mar que organizaba el Colegio de Arquitectos, encontraron la colaboración de los arquitectos María Nieves Febles, su esposo Agustín Cabrera y Joaquín Galera. Ellos idearon la alternativa de un Valleseco de todos y para todos.

Por entonces la vía de servicio llegaba hasta Muelle Norte y se quería que continuara por todo el Puerto; la comisión vecinal plantó cara para que el desarrollo portuario fuera compatible con el uso público de la zona. Se resolvió la conectividad con el Real Club Náutico y Paso Alto y se logró evitar arrasar con todo, recuerda Javi González, desde la responsabilidad de ser depositario de la memoria colectiva, según explica este Valdano de Valleseco, de delirantes figuras literarias en su rico verbo. Javi González reivindica para la lucha vecinal algunas soluciones del viario que surgieron en el ágora de Valleseco, como el trazado de la carretera, generando espacios libre que garantizaran el acceso al mar. "Santa Cruz tiene 14 kilómetros de litoral y precisamente en la franja de un kilómetro de Valleseco es donde se ve el horizonte coincidiendo con la bocana de la bahía del puerto chicharrero", argumenta Javi González.

El debate se abrió tanto al ámbito de la arquitectura como al pulso del Carnaval -cuando la Ni Fú-Ni Fá le dedicó un Cubanito o con una multitudinaria escuela de samba por la lucha- disfrutó de banda sonora en el reggae de Africuya Rompen las olas, o entró en la UEFA con el aval de Valdano y Cappa, entonces en el Tenerife. Y en paralelo se implicaron empresas taller y actividades que se desarrollaron en las naves de la zona. La lucha vecinal, o social -porque la amplía a Santa Cruz-, reivindicaba la recuperación de Ligrasa y un acceso para todos.

En una pugna de intensidad desigual -desde el fragor de los primeros días al relax de otras épocas-, Javi González trae al recuerdo el día que, tal vez por la mediación de Joaquín Galera, el artista lanzaroteño César Manrique se interesó por la lucha de Valleseco. "Entonces teníamos megafonía en Valleseco; hicimos partícipes a los vecinos de la visita de César... A la hora convenida, Valleseco parecía la película Argel", con los vecinos bajando de la ladera para unirse a la lucha. Un residente del barrio, que era de procedencia conejera, en un momento de la intervención de César le dijo: eres un Hércules, lo que provocó que Manrique se creciera cinco o seis centímetros". También recuerda el apoyo que les mostró el pintor lagunero Pedro González.

La comisión ha custodiado el sentir popular, aunque su firma no esté estampada en los diferentes acuerdos o convenios que se han rubricados. Javi González recuerda la Mesa de Valleseco que promovió un debate con las administraciones y culminó con la firma de un acuerdo entre la delegación del Gobierno; la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento y los vecinos.

Entre los interlocutores con los que ha negociado la comisión vecinal, Javi González recuerda a Julio Pérez, exponente de la derecha del PSOE, comenta sin ánimo de alimentar el debate. "Eficaz, coherente y leal con lo que dice", como lo ha demostrado como presidente de la Autoridad Portuaria, como Gobernador Civil, teniente de alcalde de Santa Cruz y consejero del Gobierno canario, admite Javi González. Le reconoce a Julio Pérez su conocimiento de la lucha social por la Playa de Valleseco desde la óptica de cuatro administraciones diferentes, todas implicadas en una negociación de tres décadas de historia.

Javi González, de espíritu asambleario, rompe una lanza también por el actual presidente de la Autoridad Popular, Carlos González. Con un perfil más técnico que político, "el espíritu de la lucha de Valleseco" advierte en el actual titular de Puerto la audacia de este ingeniero que combina desde su condición de ingeniero para poner a prueba su audacia para buscar soluciones.

Firmeza, compromiso y creatividad definen a juicio de Javi González la lucha de la playa de Valleseco, con "manifestaciones sin violencia; cívicas, originales, novedosas...". La voz popular quedó diluida en el convenio suscrito que garantiza el compromiso del Gobierno de España, la Autoridad Portuaria, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz, que se suscribió el 19 de noviembre de 2019. Ese día se tradujo en euros la lucha vecinal para garantizar que la playa de Valleseco fuera de todos y para todos: 5,6 millones de euros del Ayuntamiento de Santa Cruz, 5,3 millones del Gobierno canario, cuatro millones del Cabildo y 1,5 millones de la Autoridad Portuaria.

Ese día "una burócrata", como dice Javi González, no amilanó a la comisión en defensa de la playa, que activó el credo de Africuya para Valleseco, Rompen las olas, con el deseo de que dentro de dos años y medios sea una realidad.