Santa Cruz reivindica los 33 millones del Fdcan para paliar la crisis en Canarias

"La configuración que se hizo en su momento del Fdcan ya no tiene sentido. Estamos en una economía de guerra y, al menos, mientras dure la crisis debemos recibir los ingresos que perdimos por el Fdcan", explica el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, el nacionalista José Manuel Bermúdez, quien aboga por "pactar las inversiones o transferencias de capital a los municipios".

El Gobierno de Canarias anunciaba el pasado marzo su intención de suspender el Fdcan, la parte que no está comprometida, unos 80 millones, para destinar ese dinero a hacer frente a la crisis socioeconómica del coronavirus. "Nosotros estamos pidiendo exactamente lo mismo, que se suspenda y nos den esos fondos que hemos perdido", recalca el concejal de Hacienda en Santa Cruz de Tenerife, el también nacionalista Juan José Martínez.

Pese a que el regidor municipal aboga por tratar este tema en la Federación Canaria de Municipios (Fecam), la capital tinerfeña avanza que en el caso de que se liberarán los fondos contemplados en el Fdcan "nos corresponderían 3,6 millones de euros al año". Además, Santa Cruz de Tenerife no sería la única localidad en beneficiarse de esta inyección de capital, pues La Laguna recibiría 2,3 millones de euros, Arona tendría más de un millón, Las Palmas de Gran Canaria ingresaría más de 5 millones; Telde, 1,4 millones; San Sebastián de La Gomera, 235.975 euros; Santa Cruz de La Palma, 268.398 euros; Valverde, 198.952 o los 926.910 euros que obtendría Arrecife.

Préstamo

La caída de los ingresos procedentes de la Comunidad Autónoma un 34% de las aportaciones vinculadas con el REF- y el retraso en la recaudación de los impuestos municipales ha terminado por abocar a la capital tinerfeña a recurrir a los bancos. "Nos vemos obligados a tener que pedir un préstamo de 40 millones de euros para hacer frente a la caída de la liquidez, mantener las ayudas sociales, los servicios, las obras públicas y el pago de las facturas a los proveedores", afirma Bermúdez, quien precisa: "Haremos lo necesario para sacar adelante la ciudad. Nos apretaremos el cinturón e invertiremos lo necesario para no dejar caer el tejido productivo ni el empleo".

Otras de las medidas para hacer frente a la crisis del coronavirus ha sido retrasar la recaudación de impuestos hasta octubre y mantener los impuestos bajos para vecinos y negocios instalados en el municipio. "No vamos a subir los impuestos para contrarrestar la caída de la liquidez. De hecho, mantener bajos los impuestos supone un atractivo para que las empresas inviertan en nuestro municipio y la economía se regenere cuanto antes", apunta el edil.

Pero al margen del Fdcan, el préstamo de 40 millones y la política de mantener bajos los impuestos, Santa Cruz busca otras fórmulas para prestar los servicios esenciales a sus ciudadanos y una de ellas podría venir de la mano del superávit. "Nosotros queremos que se liberalice completamente el uso del superávit para los ayuntamientos, igual que se ha hecho con los cabildos", explica Martínez.

"El acuerdo firmado con la Federación Española de Municipios (FEMP) es malo tanto en el fondo como en la forma. En la forma es malo porque rompe el tradicional consenso con el que salían adelante los asuntos de la FEMP y, en el fondo también es malo para los municipios porque pierden el control de sus remanentes y la posibilidad de usarlos para paliar los efectos de la crisis", afirma Juan José Martínez.

A juicio del concejal de Hacienda, este acuerdo también "es un chantaje porque solo podrán acceder al fondo de los 5.000 millones de euros aquellos que cedan sus remanentes e injusto para aquellos municipios como Santa Cruz que optaron por reducir su deuda más allá de lo que exige la ley".