En la unidad administrativa de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife se acumulan en la actualidad más de 10.000 multas de tráfico que están a punto de prescribir y cuya tramitación, para que lleguen las notificaciones a los correspondientes infractores en tiempo y forma, es ya imposible. Así lo aseguran fuentes policiales, las cuales explican que se ha llegado a esta situación por varios motivos, entre los que se encuentran la falta de personal y un "problema informático relacionado con el programa que graba las sanciones para poder notificarlas".

Asimismo, apuntan dichas fuentes, "también existen ciertas diferencias entre el área de Recursos Humanos, que no autoriza el pago de horas extras, y los agentes que se prestarían a impulsar este servicio". Estos exigen las cuantías que corresponden a su categoría y no a la del personal administrativo. De esta manera, añaden, "en la actualidad no hay personal suficiente para poner solución a este problema y las multas se perderán".

Fuentes policiales insisten en que dichas multas "no llegarán nunca a los infractores, por lo que se está dejando de ingresar dinero público, en torno a unos dos millones de euros aproximadamente". Por otro lado, también indican que durante el confinamiento por el estado de alarma decretado para frenar la expansión del coronavirus Covid 19, el programa de sanciones no dejó de funcionar, "lo que ha impedido que los ciudadanos pudiesen ejercer su derecho al periodo de alegaciones o al descuento del 50% si las multas las pagaban en periodo voluntario".