Una hora después del pleno extraordinario en el que se formalizó la condición de Evelyn Alonso como concejala no adscrita, la alcaldesa de Santa Cruz, la socialista Patricia Hernández, compareció en la sala García Sanabria, junto a los representantes de dos bloques de viviendas del barrio de La Salud con la misma solemnidad de quien presenta el Plan General. La propia regidora aseguró que para ella la rueda de prensa de ayer era tan importante como cuando anunció que su equipo de gobierno convocó a los medios de comunicación para informar del acuerdo para recuperar los 95 millones de euros por la operación de la compra-venta de Las Teresitas.

"A esto vine yo, a mejor la calidad de vida de la gente", advirtió nada más comparecer ante la prensa para dar cuenta de que "la promesa de la instalación de ascensores en los edificios de Santa Cruz sin este recurso es posible, a pesar de que cuando lo prometí en la campaña electoral muchos dudaron de mi palabra", recordó.

En medio de la crispación política por la sombra de la censura que se debatirá el lunes, la alcaldesa tomó resuello con los vecinos que participaron ayer en la firma del acuerdo que le garantiza la construcción de sendos ascensores en dos bloques que tiene cada uno dieciséis viviendas.

La rápida participación de la Concejalía de Viviendas Municipales hizo posible que estos elevadores se incluyan en las obras que se ejecutan en la actualidad y que tienen un importe total de 552.000 euros. Para Patricia Hernández, la rúbrica de ayer supone los primeros ascensores que se instalarán en viviendas públicas de la capital, pues reiteró que nunca antes se había desarrollado una experiencia similar, y en este caso se costearán con fondos públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz.

Son los primeros elevadores, pero no los únicos, porque ayer prometió una lluvia de ascensores en la capital. En total, serán quince en La Salud -once de ellos darán acceso a dos bloques a la vez-, doce en la barriada de Cepsa y dos en Chimisay. Y junto a esta previsión, la alcaldesa presentó un estudio de viabilidad técnica y económica "para poner ascensores en todos los edificios del barrios de La Salud que actualmente son cárceles para sus vecinos".

El precio de la felicidad

La alcaldesa dijo que cuando se estudió cuánto costaba suprimir las barreras arquitectónicas -desde el elevador a la supresión de las escaleras para hacer expedito el camino de la vivienda a la calle- hasta ella se sorprendió con el importe que supone la instalación de un ascensor para liberar a personas que bajan a duras penas las escaleras y cuando pueden. Los precios por unidad oscilan entre los 69.000 euros en el caso de los elevadores dobles de La Salud, los 58.000 euros que se valora cada actuación en la barriada de Cepsa o los 45.000 en el caso del barrio de Chimisay.

Sacó ahí su vena política para preguntar: "¿Cuántos ascensores podríamos instalar en Santa Cruz con los 95 millones de euros?".

La alcaldesa remarcó la implicación del personal de Viviendas Municipales, que "ha hecho suya esta idea", y animó a las comunidades de vecinos a acogerse la convocatoria de las ayudas que se culmina en la actualidad y que está dirigida para cualquier comunidad de vecinos de Santa Cruz que pueda solicitar una subvención para instalar un ascensor con cargo al Ayuntamiento y devolver la calidad de vida que limita las barreras arquitectónicas.