La ocupación de un local enfrenta a la asociación Ibaute y a la ONG Abrigos y a Sonrisas de Anaga. El colectivo de Marco Cova asegura que en el confinamiento, cuando se agudizó la situación de las familias de Anaga, el área de Patrimonio les solicitó la cesión de uno de los locales en el Centro Cultural Ibaute a la ONG Abrigos y Anaga. Este colectivo, que lidera Yone Febles, ha pasado de atender en dos meses de 330 familias a 510; unas 150 a la semana, lo que se traduce en que han precisado ampliar la sede social para prestar ayuda a los colectivos más vulnerables.

Tanto Marcos Cova como Yone Expósito coinciden en que el área de Patrimonio resolvió el 6 de marco que, "ante la urgente necesidad de realizar el reparto de alimentos a la población vulnerable, para el Ayuntamiento -como propietario del local- no existe inconveniente en proceder a la autorización de la cesión temporal del espacio -que hasta ese momento ocupaba Ibaute- hasta la finalización del vigente estado de alarma y vuelta a la normalidad social declarado por el Gobierno de España con el fin de afrontar la situación de emergencia sanitaria por el coronavirus". Ese plazo expiró el 21 de junio, con el nuevo decreto que suspendía el estado de alarma y daba comienzo la 'nueva normalidad', admite Cova.

El presidente de la ONG Abrigos y Sonrisas coincide en las explicaciones de su homólogo de Ibaute, pero no en cuándo expira el plazo para que su colectivo pueda seguir repartiendo comida entre las familias más desfavorecidas. Mientras Cova dice que desde el 21 de junio le tenían que haber restituido la sede, Yone Febles dice que acabó el estado de alarma pero no se ha vuelto a la normalidad social. Precisamente él, que está a pie de organización no gubernamental, asegura que frente a las 330 familias que demandaban alimentos cuando comenzó el Covid en Anaga, en la actualidad el número se usuarios se ha elevado hasta el medio millar, por lo que "no se ha vuelto a la normalidad social", insiste. Al contrario, se ha demandado.

Su ONG, nacida hace más de tres años, es el único punto de distribución de alimentos en Anaga y que está asociación con el Banco de Alimentos. El colectivo está formado por una docena de personas que a diario atiende a una decena de vecinos de Anaga. Precisamente por el aumento de familias necesitadas, entre el 9 o 10 de julio recibirá 9.200 kilos de alimentos del Banco de Alimentos para los más necesitados de este distrito, por lo que precisan un local para almacenar todo este material. "Y eso porque en la primera fase había un censo de 400 demandantes; ahora se ha elevado a medio millar y no se descarta que continúe, por lo que de cara a la segunda fase, prevista para septiembre, no se descarta que recibamos entre quince o veinte mil kilos de alimentos", por lo que precisan de una sede como almacén.

La asociación Ibaute está molesta que, nacida en 1995, ya le pidieron la sesión de otro local -a lo que accedieron- en favor de Abrigos y Sonrisas, y hasta de un segundo espacio, en los bajos del centro cultural, y accedieron a ceder el local que está en litigio ahora porque durante el confinamiento Ibaute no la necesitó.

La ONG Abrazos y Sonrisas dice que Ibaute tiene más locales -algo que niega la asociación- y reitera la necesidad para almacenar los alimentos para colectivos vulnerables. Marco Cova, de Ibaute, asegura contar con el respaldo de todo el pueble en la defensa de su local, donde ensaya Ibaute, como prevé que se escenifique a las 11 horas del 19 de julio en la plaza de la Iglesia, cuando se materializará una concentración popular, decisión que, según Cova, corresponde a Patrimonio -que debe buscar otra sede para la ONG-.

Para Cova, Abrazos y Sonrisas tenía que haber entregado el local el 21 de junio, cuando acabó el estado de alarma, y pedir la complicidad de todo el pueblo para su demanda; para Yone Febles, no existe normalidad social, y precisa de un local para alimentar a más de medio millar de familias.