El exalcalde de la capital tinerfeña José Manuel Bermúdez y la anterior responsable de Fiestas, Gladis de León, han promovido desde el pasado viernes reuniones telemáticas con diseñadores, murgas y comparsas -mañana siguen con rondallas y agrupaciones- para conocer sus inquietudes de cara al Carnaval 2021. A raíz de la incertidumbre con la que viven estos meses en los que tradicionalmente dedicaban a planificar diseños y repertorios, la treintena de representantes consultados por CC mostraron sus dudas sobre si comprar las telas y encargar los disfraces ante la posibilidad de que luego no se celebre la fiesta.

Otra de las preocupaciones se refiere a la situación económica, ya que murgas premiadas o con solera, caso de Zeta-Zetas, Mamelucos, Diablos, tenían comprometidas actuaciones que el decreto que se tradujo en confinamiento les dejó sin el dinero que tenían previsto ingresar por actuar en otros carnavales de la Isla. Las cuantías de estas pérdidas llegan a alcanzar en algunos casos hasta 6.000 euros. La situación se ceba con las comparsas chicharreras, que aseguran que han dejado de percibir hasta 15.000 euros por ahora porque, además de no tener la contratación de otros carnavales, se suspendieron las contrataciones en hoteles o bodas.

Bermúdez aseguró a EL DÍA que los grupos dicen que, ante esta incertidumbre, ningún grupo va a invertir y casi la totalidad arrastra deudas, por lo que prefieren esperar a septiembre y octubre para que la organización aclare si hay Carnaval, además de recriminar al actual concejal la falta de información, hasta el punto de generarse un debate en la reunión con las murgas sobre si Fiestas iba a recortar la contratación a los grupos, extremos que ya aclaró el edil Andrés Martín Casanova: se recortará el 30% en producción y se congela la aportación a los grupos.