El Partido Popular de la capital tinerfeña ha dirigido a la Concejalía de Fiestas y a los grupos del Carnaval una propuesta para, entre todos los agentes implicados en la organización y celebración de los actos en honor de la máscara, dar respuesta a diferentes preguntas que se han planteado a raíz de la incidencia de la crisis del Covid-19 y el decreto de alarma.

En la carta que repartió la formación que representan en la Corporación municipal Guillermo Díaz Guerra y Carlos Tarife, el PP se dirige al equipo de gobierno para que aclare la situación de incertidumbre que se ha abierto después de la suspensión de las fiestas patronales de Mayo, y ahonda en el futuro que les espera a actividades de tanta implantación en la agenda de la ciudad como el Festival de Habaneras, que se organizan con motivo de la Virgen del Carmen; la Gesta del 25 de Julio o la Romería de Los Campitos.

Desde las filas del grupo popular apuestan por que, dado el actual contexto, se fomente el diálogo entre las partes implicadas para proceder a la suspensión de cualquier fiesta popular de la ciudad hasta el mes de noviembre, en consonancia con lo que se está haciendo en otros municipios.

Desde las filas del Partido Popular también abogan por dar respuesta a la situación que le espera al Carnaval, consciente de que será la evolución y las autoridades sanitarias las que en cada momento fijen las recomendaciones que deberán respetarse.

No obstante, recuerdan que aunque la cabalgata anunciadora del próximo Carnaval está fijada para el 12 de febrero de 2021, los diseñadores y grupos de trabajo de murgas, comparsas, rondallas, agrupaciones musicales han trabajado tradicionalmente con antelación tanto en la elaboración de las fantasías como en sus repertorios. Los concejales del PP consideran necesario la creación de una mesa de diálogo en la que participen tantos los grupos como los diseñadores, partidos políticos y hasta exconcejales de la fiesta para generar "sinergias de cómo y cuándo debe celebrarse el Carnaval 2021".

De forma concreta, propone "reorientar la temática de la próxima edición, que se había elegido por votación popular por internet que se dedicara a Carnaval del Mundo, para que los grupos puedan reciclar trajes y telas de otros años, y susceptible de ser reutilizado o reciclado a fin de reducir costes" en una edición que rendiría tributo al tesón y la entrega del pueblo de Tenerife.

Plantean "pactar con los grupos del Carnaval, según se acerquen las fechas de la próxima edición, el comienzo de los ensayos y cómo se podrán desarrollar y en qué lugar, así como abundar en si habrá o no concurso como en otras ediciones en función del tiempo y la situación sanitaria". Finaliza con la propuesta de destinar el dinero de las fiestas suspendidas en concepto de ayudas a los grupos por las pérdidas de los ingresos que dejaron de percibir ante la apresurada suspensión, que les impidió actuar en otros municipios.