La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial ha encargado un estudio para determinar la evolución de la cría de los angelotes en la playa de Las Teresitas, donde se encuentra el mayor criadero de esta especie en las Islas.

El consejero del área, José Antonio Valbuena, señala en un comunicado que el angelote "es una especie en peligro de extinción que tiene en Canarias sus últimas poblaciones saludables y su principal zona de cría conocida, en la zona de especial conservación del sebadal de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife.

Los criaderos "son de vital importancia porque se consideran hábitats esenciales para su conservación", ya que en ellos se desarrollan las etapas juveniles de las especies y son muy vulnerables a distintos impactos, como el aumento de la pesca o la presencia de humanos en las zonas costeras.

"La investigación determinará la densidad y abundancia de crías de angelotes en estos entornos, así como de sus presas potenciales, y su comportamiento durante estos meses de estado de alarma sin usuarios en la playa", añade el consejero Valbuena.

Para ello se toman datos de temperatura del agua, se realizan estudios de la ecología trófica de los angelotes y se evalúan diversos bioindicadores de su estado de salud. Los análisis preliminares realizados constatan que ya están apareciendo las primeras crías de este año, unos ejemplares que miden entre 20 y 27 centímetros y que suelen permanecer en la playa los primeros meses de su vida.

Los juveniles de esta especie parecen elegir la playa de Las Teresitas para alimentarse dada la gran abundancia de gueldes, que son su principal presa durante estos primeros meses de vida, debido a la alta proporción de grasa que poseen.

Además, las aguas poco profundas de esta playa, al igual que sucede en otras zonas de cría descubiertas en Tenerife, les ofrecen protección frente a posibles depredadores. La comparativa con los datos previos que se tienen desde 2014 indica que hasta el momento no se han producido cambios evidentes en los angelotes, ni en la composición de peces y otros invertebrados marinos de la zona, si bien se observa que la playa está mucho más limpia de plásticos y otros desechos originados por la actividad humana. El estudio está coordinado por la empresa Tragsatec, en colaboración con la ONG científica Asociación Tonina.