Más de cuarenta días han pasado desde la última vez que se oyó una risa infantil en las calles de Santa Cruz de Tenerife. Desde que el Gobierno de España decretara el estado de alarma y confinara a la población en sus viviendas el pasado 14 de marzo, los niños y niñas han tenido que quedarse en casa sin poder salir para no contagiarse de coronavirus y poner en riesgo al resto de su familia, sobre todo si viven con personas vulnerables. Pero este domingo los juegos y las carcajadas han regresado a la capital , pero también a muchas otras partes de la Isla.

Ante la mejora de la situación provocada por la Covid-19, el Ejecutivo estatal ha permitido que, desde este domingo, todos aquellos menores de 14 años puedan salir una hora diaria alrededor de sus viviendas -un kilómetro a la redonda-, siempre que estén acompañados por algún padre, madre o tutor legal. Las bicicletas, los patines, los carritos de bebés, las pelotas o los muñecos han vuelto a salir a las vías en medio de una gran algarabía.

Mucha gente ha decidido pasear con sus vástagos por muchos rincones de Tenerife, que ha vuelto a llenarse, en cierta medida, de vida tras muchas semanas casi vacía. Eso sí, los menores han acudido a esta cita con el aire libre, en su mayoría, con las oportunas medidas sanitarias para evitar males mayores. Con todo, las risas han regresado a las ciudades y pueblos de Canarias .