El Gobierno de Canarias ha otorgado al Ayuntamiento de Santa Cruz la autorización de vertido, "desde tierra al mar, para las aguas residuales urbanas pretratadas" procedentes de la estación de tratamiento (ETAR) de Gobierno de CanariasSan Andrés El procedimiento para la obtención de este permiso para el vertido en dicho núcleo, donde se encuentra la playa de Las Teresitas, fue iniciado en el año 2014 ante el Ejecutivo canario. El permiso se establece hasta el 31 de marzo de 2031.

Dicha autorización se otorga para los efluentes procedentes tanto de la estación que existe actualmente, ubicada en la calle Dique, como de la depuradora futura, situada en la avenida Pedro Schwartz, y que ya está construida. En la actualidad, las obras de esta nueva ETAR ya están finalizadas y "son susceptibles de ponerse en funcionamiento", tal y como se indica en la resolución del Ejecutivo canario en la que se otorga la autorización, de fecha 18 de marzo, a la que ha tenido acceso EL DÍA. Para la puesta en marcha de la nueva estación de tratamiento de aguas residuales de San Andrés, tan solo falta realizar los trabajos de conexión de dicha instalación con la conducción de vertido al mar.

En la resolución del Gobierno se indica que dichos trabajos no han comenzado y se explica que han sido aplazados debido al estado de alarma decretado por el Estado, el 14 de marzo, para intentar frenar la expansión del coronavirus. "No obstante, se prevé que se inicien en un plazo breve de tiempo. El plazo estimado de duración de las obras de conexión de la nueva ETAR es de 15 días", apunta el Ejecutivo.

El concejal de Servicios Públicos en Santa Cruz, el socialista José Ángel Martín, ha destacado que con esta actuación y con la autorización otorgada por el Ejecutivo canario, tras seis años desde que se iniciara el procedimiento de obtención de la misma, "se terminará con un problema histórico en San Andrés y con uno de los puntos de vertido más problemáticos" del municipio chicharrero.

Asimismo, señala que con la puesta en marcha de la nueva depuradora "se garantiza que toda el agua que vertamos al mar es óptima y no genera ninguna afección al medio marino". "Acabar con los vertidos en la capital es una de las máximas preocupaciones de la alcaldesa, la socialista Patricia Hernández, y del equipo de Gobierno (PSOE-Cs), y la puesta en marcha de la estación de San Andrés es solo un primer paso", manifiesta el segundo teniente de alcaldesa.

Las aguas residuales en la nueva ETAR serán sometidas a tratamientos de desbastes, mediante el paso de las aguas por un pozo de gruesos, según se explica en la resolución del Gobierno. Asimismo, "se dispone de un sistema de cloración para aquellas aguas que se viertan por el aliviadero" y de un grupo electrógeno, en caso de fallo del suministro eléctrico.

El agua residual tratada será bombeada al mar a través de la conducción de vertido en régimen continuo por tres bombas cuyo funcionamiento se irán alternando entre ellas. La autorización otorgada por el Ejecutivo limita el volumen de vertido para una aglomeración urbana que no sobrepase los 10.000 habitantes. "Por tanto, el volumen de vertido será estimado en función de los valores de la DBO5 (demanda biológica de oxígeno, en relación a la contaminación orgánica) del agua bruta de entrada a la estación. Para una DBO5 de 778,18 mg/l, el caudal máximo de vertido autorizado, para no superar los 10.000 h-e, es de 772 m3/día", dice el documento.

Asimismo, en la autorización se establece que el efluente no deberá afectar a los objetivos de calidad de las aguas circundantes del punto de vertido, cuyas características deberán mantenerse dentro de los límites y requisitos impuestos por la normativa en relación con los objetivos de calidad de la masa de agua. La variación de salinidad provocada en la zona de influencia del vertido no será superior en más de un 10% a la salinidad medida en las aguas no afectadas, y el incremento de temperatura entre las aguas afectadas por el vertido y las aguas no afectadas no deberá superar los tres grados centígrados.

El titular de la autorización de vertido, en este caso el Ayuntamiento de Santa Cruz, a través de Emmasa (Empresa Mixta de Aguas), deberá realizar a su cargo el Programa de Vigilancia y Control (PVC). Además, presentará anualmente ante el Gobierno una Declaración de Vertidos.