Las ventas a domicilio que están promocionando la mayoría de los puestos de la Recova están reduciendo las pérdidas que están sufriendo con motivo de la declaración del estado de alarma decretado por el Gobierno del Estado con el objetivo de controlar la propagación del coronavirus.

Así lo destacaron ayer un buen número de integrantes de la Cooperativa del Mercado Nuestra Señora de África, cuya presidenta, Estefanía Martín, adelantó que "se implantará un servicio a domicilio para que los propietarios de los puestos puedan desarrollar este nuevo servicio que viene para quedarse y que hará más competitivos los productos de primera calidad que se venden en la Recova".

La presión de los agentes

Martín y los distintos responsables de los puestos criticaron la presión que se ejerce desde la Policía Local, la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército para evitar el desplazamiento "a un mercado de abasto". "Me he reunido con el Ayuntamiento para que intermedie en esta lamentable situación", dijo con rotundidad.

Alejandro, Efi, Cande, Paulino, Patricia, Juani, David, Nicomedes, Roque, Francisco o José Juan, entre otros, son la cara visible del día a día en el mercado gracias a la labor que realizan. Apuestan por reinventarse y porque se faciliten las ventas a los vecinos.

Precisamente, José Juan Pérez, de la Frutería Los Chicos, reconoce vivir "la situación con precaución mucho más que con miedo. Damos un servicio todo el año y le digo que si estamos para las buenas con nuestros clientes hay que estar en las malas. Ahora estamos con el servicio a domicilio y en estas circunstancias, nosotros nos debemos ahora al cliente".

David Luis, responsable de la Carnicería La Recova, apuntó "el momento muy duro por el que se atraviesa, porque los que vivimos de la alimentación las ventas han bajado bastante. La gente tiene mucho miedo y no hay facilidades para acceder al Mercado. Hemos apostado por llevar a los clientes la mercancía a sus casas, pero la cosa ha bajado mucho".

Paulino Acosta, de Pescado Salado Acosta, señala que "estamos escapando con el día a día, pero los controles que se les hace a los clientes son muy fuertes y no dejan venir". Juani Fuentes está a cargo de Pescadería Juani y dice que "estamos viviendo el día a día muy malo con la crisis que hay y encima no dejan que los clientes vengan al Mercado. A domicilio hemos empezado a entregar, pero como lo iniciamos el martes todavía es muy poquito lo que hacemos".

Nicomedes González, propietario de Pescadería Nicomedes, fue muy claro a la hora de señalar que "la situación está crítica porque la Policía no permite que los clientes vengan. La gente viene a comprar no a pasear porque aquí hay productos frescos que en los barrios no hay. Estamos ahora con el servicio a domicilio, lo tenemos que hacer así para sobrevivir a lo que sucede".

Preocupados por la salud

Patricia Alberto, de Pescadería Alisios 7, reconoció estar "preocupada por la salud, pero aquí no entra público y tenemos que hacer saber que al mercado pueden venir a comprar y no hay aglomeración. A pesar de los controles, que la gente venga aquí". Las hermanas Candelaria y Efi Hernández, de Pollería Lucía, afirmaron que "la situación está muy floja porque no dejan a los clientes de toda la vida venir y al que lo hace le multan".

Otros hermanos, Alejandro y Juan Dorta, de Pollería y Aves Hermanos Dorta, trasladaron "lo que nos dicen muchos de nuestros clientes, que quieren venir y las fuerzas de seguridad les ponen todo tipo de trabas. Les dicen que no hay motivos para venir a comprar al Mercado a pesar de tener todas las medidas de seguridad. Todavía no estoy trabajando el reparto domiciliario porque no tengo el medio por tener producto fresco".