La esperada obra de ampliación de la depuradora de Buenos Aires, situada en Santa Cruz de Tenerife, con la que se pondrá fin al grave problema ambiental que lleva sufriendo el municipio desde hace años, debido a los vertidos de aguas residuales sin tratar al mar, ya ha comenzado.

El concejal de Servicios Públicos en el Ayuntamiento de la capital, el socialista José Ángel Martín, indica que, en principio, la declaración del Estado de Alarma en todo el territorio nacional para frenar la expansión del coronavirus, no afectará al inicio de estos trabajos, que empezarán a desarrollarse en el interior de la estación depuradora. El edil ha señalado que ya algunos técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica, pues es el Estado el que financia y ejecuta esta actuación, se encuentran en el municipio chicharrero.

Por lo tanto, de momento, se comenzará con las obras que no notarán los vecinos. Para el inicio de la fase de la ampliación de la depuradora que más molestias ocasionará a los ciudadanos, que consiste en la colocación de un gran tubo de conexión desde la estación de bombeo de aguas residuales (EBAR) de Cabo Llanos, aún no se ha determinado la fecha, aunque la previsión es que esta actuación se desarrolle durante los meses de verano para afectar lo menos posible al tráfico de la ciudad.

Y es que la instalación de este tubo desde la EBAR de Cabo Llanos hasta la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Buenos Aires provocará el levantamiento de toda la vía de penetración de Santa Cruz de Tenerife por la avenida Manuel Hermoso Rojas. "Se trata de una actuación de gran envergadura que, finalmente, tendrá que atravesar la citada avenida, pues, en un principio, afectaba a las instalaciones de la Refinería de Cepsa. La tubería se colocará en el subsuelo, por lo que se tendrá que realizar una gran zanja y llevar a cabo complicados trabajos de alineación para que en el futuro no se produzcan fugas", ha comentado el edil de Servicios Públicos.

En este sentido, con respecto a esta fase de las obras y aunque "se tratará de minimizar sus efectos", el Consistorio chicharrero hace un llamamiento a la población por las molestias que pudieran ocasionar. Está previsto que los trabajos se prolonguen durante al menos 24 meses, más otros seis de prueba.

La necesidad de ampliar esta infraestructura data prácticamente desde su construcción, en los años 70, cuando ya se consideró insuficiente para el tratamiento del volumen de aguas residuales que recibe no solo del municipio capitalino, sino también de La Laguna y de El Rosario. Tras varios proyectos fallidos en cerca de tres décadas, por fin esta esperada actuación ha obtenido el respaldo del Gobierno central y la financiación necesaria. El presupuesto para su ejecución asciende a más de 18 millones de euros.

Para el concejal de Servicios Públicos, la ampliación de la depuradora de Buenos Aires será la obra más importante en los próximos años para la capital, pues "será la clave para que Santa Cruz sea un municipio que no contamine". Para alcanzar este objetivo, Martín agrega que "hay que adaptar la infraestructura a las nuevas necesidades, pues está obsoleta y no cumple los requisitos mínimos para depurar la cantidad de aguas que nos llegan".

Diariamente, y debido a que la planta depuradora ya no tiene capacidad, pues recibe el agua de Santa Cruz, de La Laguna y de El Rosario, se vierten al mar unos 25.000 metros cúbicos de aguas residuales. La ampliación permitirá doblar la capacidad de tratamiento de la planta de los 26.174 metros cúbicos diarios actuales hasta los 55.000 futuros. Asimismo, se eliminarán los malos olores que sufren los vecinos de la zona.

La obra de la ampliación de la depuradora de Santa Cruz fue adjudicada, a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Joca Ingeniería y Construcción y Construcciones Alpi, hace ya más de un año. En todo este tiempo, el Estado ha estado preparando el proyecto y manteniendo numerosas reuniones con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Para la ampliación, y según se establece en el proyecto del Ministerio para la Transición Ecológica, se dispone un nuevo tratamiento biológico convencional y una nueva línea de tratamiento biológico con proceso de membranas, que permitirá que la calidad del agua sea apta para su reutilización en otros usos como el riego de parques o baldeo de calles.