Farmacias, tiendas de informática o telecomunicaciones, ópticas, carnicerías, fruterías, multitiendas, establecimientos de comida para llevar... Son los pocos comercios que ayer estaban abiertos al público para ofrecer sus servicios. En este caso las farmacias, las multitiendas y los negocios de comida para llevar marcaron el escaso rítmo económicoEn este caso las farmacias, las multitiendas y los negocios de comida para llevar marcaron el escaso rítmo económico que se vivió ayer en las calles del centro de Santa Cruz, una muestra de lo que ocurre en otros barrios del municipio.

Pero activos también se encontraban empleados de servicios que trabajaban en comunidades de edificios, mantenimiento, repartidores o transportistas. Esta es la otra parte de la crisis del coronavirus, los otros trabajadores que viven un día a día distinto al de hace una semana. Tanto, que ahora viven con la amenaza de o bien de que se les recorten servicios, o en los casos más graves, de verse en la calle por bajar la actividad y así lo manifiestan fuera de micrófono.

Es el caso de la gran mayoría de estas personas que trabajan en pequeñas y medianas empresas o las gestionan, trabajadores o autónomos, que ven con una perspectiva negativa toda la crisis, aunque con la esperanza de que entre todos se saldrá cuanto antes.

Testimonios de la calle

Es la esperanza de Ricardo Rieu, que lleva las riendas de la afamada Óptica Rieu, que apuntó que "es la primera vez que se ve la calle Castillo vacía en su totalidad, pero estamos abiertos a disposición de algún cliente que lo necesite. La situación de tener el negocio abierto no me supone un beneficio. El problema no es ahora, sino ver cómo se presentan los próximos meses".

El ascensorista Juan Angulo apuntó que "es triste ver cómo están las calles, todas las personas acatan las resoluciones en sus casas y algunos tenemos que salir a trabajar con la responsabilidad de la empresa, ante una emergencia o mantenimiento".

Acevedo Lorenzo reconoce estar "nervioso porque hay que estar en la calle y trabajando para atender urgencias, en mi caso, desatascos y fontanería".

Carlos Díaz, trabajador de una empresa de limpieza, señaló que "nosotros estamos expuestos al virus y el Gobierno debería impedir que trabajáramos en esta situación. Esto acabará como la crisis", advirtió.

Aarón González, transportista, recordó la situación que viven la empresa y los empleados, "ya que hay menos reparto y todos están trabajando. Da miedo y encima somos autónomos por trabajar de subcontratas. No sabemos lo que va a pasar".

Idafe Brito, informático de la tienda Sin Cobertura, resalta que "soy autónomo y hasta ahora estamos en un limbo, no sabemos qué va a pasar con las pymes ni con los trabajadores".