La Policía recalca que el descenso de accidentes avala el uso de los foto-rojo

Desde el año 2016, funciona un foto-rojo ubicado en Miramar, en Ofra, concretamente en la carretera (TF-192); y el otro, desde marzo de 2018, en la confluencia de la avenida San Sebastián con La Salle.

El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Vial y Movilidad, Florentino Guzmán, sostiene que "ambos dispositivos se han convertido en una herramienta fundamental para aumentar los niveles de seguridad vial, tanto de los conductores como, en especial de los peatones que además son la pieza más vulnerable cuando cualquier conductor se salta un semáforo en rojo".

Ante la reciente sentencia que invalidaba una sanción generada por una infracción que detectó un foto-rojo en la ciudad de Valladolid y su posterior tramitación, desde el Cuerpo policial se precisa que ese caso "no tiene nada" que ver con el funcionamiento de los foto-rojos capitalinos.

Las sanciones que se derivan de las infracciones que registra el foto-rojo, cuando un conductor rebasa la línea de detención de un cruce regulado por semáforos en la fase roja de dicha señalización, se tramitan de manera automática con la supervisión de la Policía Local. Además, se genera una notificación inmediata al titular del vehículo infractor, que además se acompaña con la posibilidad de comprobar la infracción mediante archivos audiovisuales. Además, estos archivos que genera el foto-rojo son inviolables ni editables, por lo que tampoco se puede alegar alteración alguna de los mismos, tanto es así que son consultables e incluso se pueden remitir a las autoridades judiciales si así fuese requerido.

Por último, según la normativa de control metrológico, estos equipos no están sometidos a la misma. Además, en el caso de la capital tinerfeña, previamente a su puesta en funcionamiento se realizó una intensa campaña de comunicación a la población sobre la ubicación de los mismos.