El Ayuntamiento de Santa Cruz ha aprobado de forma definitiva el denominado Plan de Acción contra el Ruido, lo que significa que, a partir de ahora, se pondrán en marcha nuevas actuaciones correctoras y preventivas para mejorar la calidad sonora ambiental del municipio. Entre las medidas incluidas en este plan de acción se encuentra la reducción de la velocidad en aquellas vías y calles con contaminación acústica provocada por el tráfico, como las avenidas Tres de Mayo, San Sebastián y Los Majuelos. También aumentará la vigilancia a los locales de ocio y a las terrazas para disminuir progresivamente los niveles de ruido en las noches de fin de semana y otros festivos.

La Junta de Gobierno le dio ayer el visto bueno a este documento, elaborado a raíz del Mapa Estratégico del Ruido de Santa Cruz, el cual fue aprobado en 2014. El edil de Seguridad, Movilidad y Medio Ambiente, el socialista Florentino Guzmán Plasencia, ha manifestado a EL DÍA que "desde este momento empezaremos a trabajar en la adopción de las medidas contempladas en el Plan de Acción contra el Ruido, cuyo único objetivo es mejorar la calidad de los habitantes de Santa Cruz de Tenerife, dando prioridad a las zonas donde ya se ha diagnosticado una mayor contaminación acústica". El edil también quiso dejar claro que todas las acciones previstas se ejecutarán "en colaboración y coordinación con todas las áreas del Ayuntamiento implicadas en su aplicación".

En el documento aprobado ayer se establece que el tráfico y las infraestructuras del transporte son la causa de mayor exposición al ruido ambiental en la ciudad, por lo que la mayoría de medidas irán dirigidas a reducir la contaminación acústica asociada a dichos factores. En este sentido, y además de la disminución de la velocidad en determinadas zonas del municipio, fundamentalmente a 30 kilómetros por hora, el plan también incluye acciones de asfaltado, de regulación de la circulación y de limitación del paso a vehículos pesados. La intención del Consistorio es disminuir los niveles de ruido entre 2 y 4 decibelios, aproximadamente.

Entre las zonas más afectadas por la contaminación acústica provocada por el tráfico se encuentran la avenida Reyes Católicos, Asunción, Rambla Santa Cruz, La Salle, Galcerán, Méndez Núñez, Rambla Pulido, Islas Canarias, Tres de Mayo, San Sebastián, avenida Bélgica, avenida Venezuela, Ramón y Cajal, Miraflores, El Pilar, Benito Pérez Armas, avenida de Anaga, Manuel Hermoso Rojas, carretera de Santa Cruz a La Laguna, avenida Príncipes de España, Añaza, Santa María del Mar, La Gallega, avenida de Los Majuelos, El Sobradillo, Barranco Grande y avenida Las Hespérides.

El propio plan de acción advierte de que en algunas de estas zonas, "en las que se da una exposición elevada al ruido de tráfico", todas las medidas mencionadas con anterioridad serán insuficientes, por lo que será necesario proteger las viviendas. Los técnicos municipales realizarán estudios más específicos por zonas para establecer qué acciones deben llevarse a cabo en cada vía. En el documento también se baraja la posibilidad de "subvencionar ventanas con el necesario aislamiento acústico".

Asimismo, el plan contempla aspectos de planeamiento urbano y acciones preventivas para la mejora del ambiente sonoro, incorporando la variable acústica como imprescindible en los proyectos de ordenación del territorio, urbanismo y edificación. Con ello, y según informa el equipo de Gobierno, formado por el PSOE y Cs, y liderado por la alcaldesa socialista Patricia Hernández, se persigue obtener la suficiente calidad acústica en las edificaciones sensibles al ruido.

Por otro lado, el documento, que ya fue sometido a finales del año pasado a exposición pública, prevé el aumento de las acciones encaminadas al control del ruido asociado a las actividades nocturnas. También se identificarán todas aquellas otras causas de ruido que originan molestias a la población.

Precisamente, uno de los objetivos señalados en el plan consiste en "reducir progresivamente los niveles de ruido en las noches de fin de semana y otros festivos". Para ello, se intensificará el control y la vigilancia del ruido asociado al ocio nocturno y se impondrán "exigencias acústicas" tanto a los locales como a las terrazas, según se indica en el documento. El Consistorio evaluará las condiciones acústicas de los locales existentes y aquellos que lo requieran deberán incorporar registradores o limitadores que aseguren la no superación de los niveles de emisión admisibles. Asimismo, el Ayuntamiento valorará la conveniencia de contar con "sistemas de vigilancia permanentes en determinados locales".

El plan también incluye la creación de "oasis sonoros urbanos" en el municipio. Estos serán espacios que, por sus características, se puedan convertir en "refugios para la población a la contaminación acústica". Este documento aprobado ayer se verá reforzado con la nueva ordenanza municipal en materia de ruido y vibraciones que, actualmente, está inmersa en el procedimiento de su revisión jurídica.