El Ministerio de Interior trasladó este domingo a las primeras mujeres inmigrantes con hijos a la antigua prisión Tenerife I, ubicada en la céntrica avenida Benito Pérez Armas de la capital tinerfeña.

El traslado se produjo por la tarde y con mucha discreción. De hecho, algunas personas que trabajan en el entorno de este centro se enteraron ayer de la presencia de los nuevos moradores por los ruidos producidos por los menores.

En total, son 38 los integrantes de este primer grupo de inmigrantes, llegados a las Islas en patera durante los últimos meses, que se han derivado al antiguo módulo para presas con hijos que habilitó Instituciones Penitenciarias hace algunos años y que nunca se llegó a utilizar.

Del total, 24 son mujeres adultas, siete de ellas embarazadas en la actualidad, y el resto, 14, son niños de diferentes edades -desde los 0 a los 12 años-, según confirmó ayer la presidenta provincial de Cruz Roja, Mayte Pociello, entidad que se encarga de la atención de estas personas.

Antes, la Subdelegación del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife había detallado que este primer grupo de mujeres con hijos procede de países africanos con los que España no tiene firmados acuerdos de expulsión. Es decir, aquellos que no sean Marruecos, Senegal y Mauritania.

Las mismas fuentes habían indicado también que estas mujeres que desde el domingo conviven en este recurso de la capital tinerfeña están en régimen de libertad, tras pasar el correspondiente plazo de detención de 72 horas que establece la legislación española.

"Lo que hace Cruz Roja es ayuda humanitaria, es decir, darles los recursos para que puedan vivir con la dignidad que se merecen las personas, pero las competencias y la titularidad de este asunto las tiene el Ministerio de Interior", aclaró Pociello.

En esta línea, la presidenta provincial de Cruz Roja aclaró que el módulo para mujeres inmigrantes con hijos es un centro "totalmente abierto", en tanto en cuanto se trata de personas libres, por lo que pueden "entrar o salir" de él cuando quieran.

La labor de la ONG con las mujeres y sus hijos, que ya llevan en Tenerife varios meses, se centra en la realización de actividades educativas, como clases de idiomas, y lúdicas, con la participación del voluntariado de la entidad solidaria. "Siempre intentamos que todas las actividades que se hagan tengan que ver con lo que les pueda servir para incorporarse al entorno", concretó Mayte Pociello.

Proceden de otros recursos

Todas las personas que ahora están en Santa Cruz proceden de centros o recursos que ya gestionaba Cruz Roja, como el habilitado por el Ayuntamiento de Candelaria el pasado mes de diciembre.

La responsable provincial de Cruz Roja destacó las "buenas condiciones de logística" que posee el centro preparado por el Ministerio de Interior, con capacidad para 185 personas. "Consta de varios apartamentos en los que caben seis personas en cada uno de ellos. Nuestra intención es que se convierta en un centro integrado en la comunidad, en la que no debe haber ningún problema por parte de los vecinos de alrededor", añadió.

Cabe recordar que la posibilidad de que la antigua cárcel Tenerife I se convirtiera en centro de acogida de inmigrantes, idea avanzada por el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una visita reciente a Las Palmas de Gran Canaria, generó bastante rechazo vecinal y político en la capital tinerfeña, al albergar esta zona otros recursos sociales como el Centro Municipal de Acogida (CMA).

Ayer, Pociello aseguró que no existe "ningún temor ni ninguna duda". "Estoy segura de que cuando los vecinos, para los que el centro está a su disposición, vengan a verlo y conocerlo no habrá ningún tipo de problema", sostuvo. Es más, reiteró que las jóvenes y sus hijos se "integrarán perfectamente en la comunidad, y la gente lo entenderá".

En este sentido, la presidenta provincial de Cruz Roja insistió en que la atención que la entidad presta a los inmigrantes apenas supone un 10% de toda la acción y del volumen de ayudas que realiza y gestiona con la gente local. "Esto no merma para nada las ayudas que nosotros hacemos aquí", recalcó.

Debate plenario

Antes de que se produjera el traslado de los inmigrantes, en el pleno de Santa Cruz, celebrado el pasado viernes, había quedado claro ya que el citado ministerio no daría marcha atrás en su planteamiento de convertir parte del antiguo centro penitenciario en centro de acogida para mujeres inmigrantes con hijos.

En esa sesión, Ramón Trujillo, portavoz de Unidas Podemos, adelantó que Interior había desafectado ya el módulo de la unidad de mujeres, paso previo a su utilización como centro de acogida. También quedó claro en el pleno el rechazo no solo político -ya se conocía el vecinal-, sino también sindical, en este caso de Comisiones Obreras y UGT.