Cualquiera que en un momento oiga la palabra arcoíris lo puede asociar a un fenómeno bello, llamativo y extraordinario. Pero cuando se refiere a la urbanización Arcoíris, o lo que es lo mismo, las 174 Viviendas del puente de Taco, la cosa cambia.

Es el complejo de viviendas que lindan con la autopista TF-5, a la altura de la curva de Taco, que se encuentran en un estado lamentable. Tanto, que los vecinos consideran que es necesaria una rehabilitación de sus espacios para dignificar a los más de mil residentes que tienen su casa allí. Son unas actuaciones que en ningún caso podrían pagar.

Ese complejo es de protección oficial, tiene casi 25 años y, por los motivos que sean, "está deteriorado, la mayoría de sus zonas comunes no están en condiciones y la gente ve como el menoscabo crece y crece sin que se intervenga para impedirlo. Más que 'arcoíris' parece uno en blanco y negro", apuntó el presidente de la AV Curva Arcoíris, Cristóbal Darias.

"¿Qué es lo que ha pasado? Pues el paso del tiempo, pero también hay que decir que no se cuidan los espacios comunes ni los interiores o los servicios. Necesitamos la ayuda del Ayuntamiento para rehabilitar las casas, las viviendas, los portales... Todo en lo que habría que actuar tras 25 años desde que fueron entregadas", sugirió.

Darias apuntó al respecto que son muchos los vecinos los que se han puesto en contacto con la asociación demandando que el Consistorio asuma la rehabilitación, "que ya se nos dijo que se iba a realizar. No sabemos si hay proyecto o se iba a redactar, pero pretendemos vivir dignamente en nuestro entorno y hemos invitado a la alcaldesa Patricia Hernández y al concejal José Ángel Martín a visitar los bloques, las zonas comunes y las viviendas que quieran".

El presidente de la AV Curva Arcoíris, en una visita realizada con EL DÍA al interior de los 13 bloques que componen la urbanización, puso en evidencia los problemas existentes en sus espacios. Por la entrada de la calle Aurora existe "un elemento metálico en la parte alta oxidado y deteriorado que habría que quitar por seguridad".

"Luego están los portones, alguno de ellos forzados o simplemente destrozados por todas partes. Por el lado de la calle Arcoíris existe uno, incluso, sin marco, forzado y su cristal destrozado. Además, en varios rellanos existen humedades y en alguno de los portales el ascensor no funciona. Unas veces porque no se paga y otras porque existen destrozos", enumeró Cristóbal Darias, que reconoció que en algunos bloques los propios vecinos son los que han actuado para evitar el deterioro.

Por otra parte, otra de las preocupaciones de los residentes "es saber cuándo pasarán las viviendas a nuestra propiedad".

Es solo una parte de los problemas que viven los vecinos, "gente muy trabajadora y otras personas en el límite del riesgo de exclusión social. Necesitamos que se rehabilite la urbanización".