La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife suministró entre enero y octubre de 2019 un total de 491.710 kilos de hielo a los buques artesanales que lo precisaron para garantizar la perfecta conservación de sus capturas cuando están en la mar, así como a las distintas empresas establecidas en el ámbito de las instalaciones portuarias que lo demandaron. Este servicio, en ese periodo de tiempo de 10 meses, supuso un ingreso para la entidad por este concepto de 22.159,7 euros.

Los 491.710 kilos vendidos entre enero y octubre del año pasado equivale a un descenso del 6,5 por ciento respecto a lo registrado durante el mismo periodo del ejercicio de 2018, en el que se contabilizaron 525.708 kilos de hielo suministrados a sus clientes, con un ingreso de 31.805 euros.

En este caso, el balance general de 2018 concluyó con la venta de 582.065 kilos, por los que Puertos de Tenerife obtuvo un ingreso de 35.214,93 euros, como se refleja en la documentación solicitada.

Según destacaron fuentes del mismo ente, los ingresos por este concepto no son excepcionales, ya que Puertos no es el único suministrador de hielo que opera en las instalaciones portuarias.

Por otra parte, Puertos de Tenerife señaló que "en ningún caso" lleva el control del abastecimiento de este elemento a la flota pesquera artesanal matriculada en Las Palmas de Gran Canaria que se desplaza a la Isla para garantizar la conservación de sus capturas o la prestación de servicios individual entre empresas.

Los mismos informantes señalaron que no están al tanto de los trabajos que se realizan desde las industrias de ámbito privado que tienen una maquinaria para hacer hielo, desde naves que lo elaboran de manera industrial, hasta pequeños armadores que prestan servicios de ayuda puntual o sostenida en el tiempo a otros que lo necesiten.

Puertos de Tenerife apunta que los datos que le constan son "exclusivamente" los derivados de la venta directa por la prestación de servicio que se da a los clientes que lo soliciten, "un servicio más completamente normal" que varía dependiendo de la época del año o las condiciones meteorológicas estacionales, entre otras variables que se ajustan a las necesidades de cualquier armador.

El problema grancanario

La ausencia de una fábrica de hielo en el puerto de La Luz en Las Palmas de Gran Canaria ha supuesto el desplazamiento de la flota pesquera artesanal a avituallarse en el puerto santacrucero y en el Aaiún, tal y como denunciaron armadores de la provincia de Las Palmas en la edición de EL DÍA del pasado domingo.

En esa información se pone en evidencia los problemas de suministro que existen en el puerto de la capital grancanaria, que carece de la fábrica de hielo desde 2011, lo que ha lastrado la actividad del sector durante todo este tiempo, según apuntaron los propios interesados.

Esta situación obliga a los armadores a buscar alternativas, siendo la más cercana la del puerto tinerfeño, que está dotado de esta maquinaria y puede prestar el servicio, pero que supone un gasto importante de combustible el por desplazamiento que tienen que realizar.

Asimismo, el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, anunció que dentro de sus objetivos para el presente ejercicio es la construcción de una fábrica de hielo que pueda prestar servicio a la flota pesquera artesanal.