Justicia y Sociedad exigió ayer la retirada inmediata del Plan Especial de Las Teresitas, documento que aprobó el pasado jueves el Consejo Rector de Urbanismo y que envió al Gobierno de Canarias para que emita la declaración de impacto ambiental correspondiente.

Para la asociación de juristas volver a ejecutar el "mamotreto" elevando artificialmente la rasante justo a la entrada de la playa generaría "un efecto muralla" de alto impacto visual que obstaculizaría la visión directa desde el pueblo de San Andrés hacia la playa y desde la playa hacia San Andrés.

Además, para Justicia y Sociedad los usos comerciales, el hotelero y la desaparición de la cofradía de pescadores suponen una transformación de la playa y su entorno en una playa turística que perdería su actual atractivo natural y una "traición" a la demanda ciudadana de contar con una playa para el pueblo de Santa Cruz.

Del mismo modo, JyS destaca la "privatización encubierta" de la playa a través de las concesiones administrativas que el propio plan establece. Para la ejecución del "mamotreto" (edifico de aparcamientos), cuyo coste se estima en casi 8 millones de euros, se utilizará la fórmula de la concesión de obra pública que se financiaría inevitablemente con el pago final de los usuarios de la playa.

Para Justicia y Sociedad, la continuación en el trámite de este plan supone una "grave irresponsabilidad" dado que el mismo carece de la menor valoración y medidas correctoras sobre el impacto que el cambio climático tendrá sobre la playa como consecuencia de la previsible e inevitable elevación del nivel del mar. Esto pone en evidencia que la reciente declaración de emergencia climática acordada unánimemente por el pleno del Ayuntamiento representa un mero "brindis al sol".

En esta línea, el colectivo entiende que el voto a favor de la mayoría "progresista", encabezada por la actual alcaldesa, Patricia Hernández, supone una auténtica "estafa política" a los ciudadanos que votaron contra la corrupción y por la regeneración democrática en Santa Cruz.

"Este es un ejemplo de doble discurso ya que el PSOE estando en la oposición presentó alegaciones oponiéndose al plan de Bermúdez, mientras que ahora, tras acceder al gobierno, ha votado a favor de este plan y en contra de sus propias alegaciones", apunta.