Las obras más importantes llevadas a cabo por la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz (Emmasa) en los depósitos de abastecimiento de agua para el consumo humano y las redes de transporte durante 2019 tuvieron como objetivo principal continuar garantizando la calidad del agua que se suministra a la población, así como la continuidad del suministro, y mejorar la eficiencia energética de las instalaciones.

En concreto, y según los datos del balance anual a los que ha tenido acceso EL DÍA, Emmasa realizó a lo largo del año pasado "actuaciones relevantes" en el 37% de los depósitos -12- de agua que existen en el municipio.

Sistemas de desinfección

Entre esas intervenciones destaca, por ejemplo, la instalación de sistemas de desinfección con tecnología ultravioleta, que se llevó a cabo en el depósito de La Cardonera, o la colocación de placas fotovoltaicas de 60 Kw en la cubierta del depósito del polígono de Ofra, con el objeto de mejorar la eficiencia energética de la estación de bombeo. Con esta medida en concreto, según detalla la compañía, se ha logrado reducir la huella de carbono en el equivalente a la emisión de 321 coches durante un año.

No obstante, también se realizaron otras actuaciones para mejorar la seguridad en estos espacios sensibles, como la colocación, en el depósito de Barranco Grande, en el distrito Suroeste, de un nuevo vallado perimetral y cámaras de videovigilancia. En otros depósitos, como el de Igueste de San Andrés, la actuación consistió en la ejecución de una nueva red de aducción, con una longitud de 4 kilómetros, para reforzar el suministro de agua en la zona.

Ampliación de la desaladora

Algunas de las intervenciones consistieron también en la implantación de un nuevo control de acceso a los depósitos mediante llaves "mecatrónicas". Con este sistema se supervisa el cierre de los accesos directos a los vasos de almacenamiento de agua potable de consumo humano desde el punto de vista telemático. Durante 2019, Emmasa realizó también, según el balance anual, otras actuaciones en infraestructuras de aporte y producción de agua, entre ellas la ampliación de la desaladora, intervención que ha permitido que esta instalación incremente su capacidad de producción.

La inversión fue de 8,8 millones de euros y supuso un incremento del 37% en la producción del agua procedente de la desalación, lo que equivale a lo que consumen 24.000 hogares al día.

Entre esas obras realizadas en 2019 destaca también la mejora de la puesta a tierra en los pozos de captación para aumentar la protección de las bombas y de la instrumentación, así como la mejora del motor de la bomba de captación. Del mismo modo, se adquirieron y se instalaron nuevos caudalímetros de permeado para el control de la planta, y nuevas "reactancias de amortiguamiento" para reducir la reactiva en las bombas de alta presión.

Obras en redes

El resto de intervenciones relevantes que ejecutó Emmasa en 2019 se realizó en las redes de distribución de agua potable, y con ellas se pretendió mejorar el servicio y reducir las pérdidas.

Según los últimos datos ofrecidos por la compañía de aguas chicharrera, en 2017 el porcentaje de agua no registrada se situó en el 17,3%, lo que suponía una mejora de 1,7 puntos porcentuales con respecto al año 2016, año en el que el porcentaje de agua no registrada alcanzó el 19%. Con todo, el rendimiento de la red de distribución de agua potable de la capital se sitúa entre los más altos de España.

Las líneas de acción en esta materia fueron la renovación y mejora de las redes de distribución, la mejora o sustitución de la sectorización de la red y la renovación de redes terciarias.

Colocación de anclajes

En este caso, entre las actuaciones de Emmasa más importantes destacan la colocación de anclajes en la tubería de abastecimiento existente en el barranco El Cilantro-Valleseco, la ejecución de una nueva red de distribución de agua potable en la calle Chiguergue, en Chimisay, y las obras necesarias para la instalación de contadores sectoriales en la calle del Draguillo y la sectorización en la calle La Rosa.

Durante 2019, se instalaron once válvulas sectoriales en otras tantas calles de la capital, y se continuó con la campaña de renovación de redes terciarias con un total de 5.900 metros lineales de red. El objeto de estas renovaciones es minimizar las pérdidas y reducir el número de incidencias en la red, mejorando la eficiencia y el servicio prestado a los ciudadanos.

Además, se ejecutaron obras en la red de saneamiento del municipio, como, por ejemplo, en Juan XXIII. En total, se renovaron 620 metros de la red de alcantarillado. Hasta octubre de 2019 se habían instalado 170 nuevos registros en esta red.