La responsabilidad social por bandera y la excelente comida como medio para ayudar desde una empresa pequeña a un colectivo de atención a las personas con diversidad funcional o psicológica. Este es el ejemplo del restaurante-hamburguesería Garimbar cuyos selectos productos, especialmente una variedad de hamburguesas inigualables, se transforman todos los meses y de manera sostenida en el tiempo, en solidaridad con la asociación Activoz, a cuyo cargo tienen 110 niños y jóvenes con algún tipo de discapacidad.

A través de la idea de una hamburguesa solidaria de su carta y una distinta cada mes, los clientes que las consumen contribuyen con la asociación, ya que los beneficios les serán directamente transferidos. En este caso, desde Garimbar a Activoz, convirtiéndose en su verdadero "altavoz".

"Se trata de un trozo de solidaridad a través de una hamburguesa de primerísima calidad de nuestra carta que cambia cada mes para no aburrir a los clientes. Quien la consume sabe que tiene la oportunidad de contribuir con un buen fin social", explicaron José Carlos Torresi y Lando Vaccari, los socios de dos de las referencias de la restauración en el ámbito de la calle Unamuno, frente al Chapatal, y el Callejón del Combate, en Centro de la ciudad.

La apuesta de Garimbar, explican, se basa en una ayuda sostenida en el tiempo "a través de una hamburguesa solidaria. Entonces, de todas las hamburguesas de nuestra carta tenemos una cada mes que cumple esa función. Es un sello de la empresa que uno de estos productos y sus beneficios vayan directamente a la Asociación Altivoz", concretó Torresi.

Reconociendo que no les gusta aparecer, EL DÍA se ha hecho eco de la iniciativa juntando a los solidarios con el beneficiado, Activoz, que tiene como principales fines la asistencia a personas con diversidad funcional y psicológica.

Su presidenta es Almudena Díaz, entusiasta profesional que trabaja desde su sede del número 12 de la carretera El Sobradillo con el fin de demostrar las posibilidades que tienen sus usuarios de normalizar sus problemas. "Ahí está que 15 de nuestros usuarios ya han subido al Teide o que 43 han logrado hacer el Camino de Santiago y que tenemos el reto de circunvalar el Mont Blanc, en Francia, en unos meses".

Para Torresi y Vaccari, "ese ejemplo de superación constante de Activoz y su gente hacen que apostemos por contribuir con sus proyectos sociales y líneas de trabajo".

El Garimbar, con una estética singular y atractiva, especialmente de noche, pone en valor esta ayuda a través de una gastronomía de calidad y accesible que fusiona un concepto genuinamente americano con los productos canarios, todos ellos sobrados de calidad.

Destacan, como no, unas hamburguesas grandes "y bien despachaditas" con carnes limpias elegidas para hacerlas y prepararlas. Además, unos burritos y mechadas "de escándalo" o unas salsas de cilantro, de pimientos o "un guacamole para acabar con cualquier rebelión de Pancho Villa", refrenda una de las clientas habituales.

Es solo una pequeña muestra del universo Garimbar, en donde por supuesto tampoco pueden faltar unas buenas cervezas, un vino de calidad o unas copas para continuar el día y la noche.

Con esa esencia, tanto José Carlos Torresi como Lando Vaccari "se han ganado un trocito de cielo", dice Almudena, demostrando que el crecimiento de una empresa puede ir de la mano de una acción solidaridad como han hecho con el colectivo como Activoz que trabaja con uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. El ejemplo del precio de una hamburguesa que se convierte en responsabilidad social.