Termina donde empezó. El perro-policía Troy, adscrito a la unidad canina de la Unipol de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, recibió ayer en la chicharrera plaza del Príncipe un merecido y sentido homenaje "el día de su jubilación", justamente el mismo lugar en donde hace 10 años fue entregado por su cuidador Dani Ruano. Fue el momento en el que Troy inició una aventura estupenda y maravillosa con su guía policial, Yeray Mesa, con quién ha compartido batallas de todo tipo durante los años que han estado trabajando juntos al máximo nivel.

Después de la última exhibición del perro, un vídeo colgado en la pantalla del escenario hacía un repaso de 2 minutos de fotos del animal con Yeray, que aguantó el tipo siendo el más afectado del día hasta que finalmente entregaron al can su merecida condecoración de méritos.

Ante más de 150 personas, entre los que se incluían los niños del colegio Montesori, la unidad canina demostró de lo que es capaz con varias exhibiciones sobre su trabajo. Ahí las parejas formadas por Carlos- Rex, Óliver- Hara, Norberto- Thor y el propio Yeray con su nuevo perro, Teno, dieron buena muestra de las excelencias de la unidad, acompañados de sus homólogos laguneros, David Padilla y Jesús Moreno, éstos sin perros, pero con el recuerdo de Nala todavía muy fresco.

Al concluir esta primera parte llegó el momento más esperado. La despedida de Troy. Una exhibición que dejó claro que se retira en plenas facultades y dando fe de la buena pareja que se ha conseguido al unir el animal con el hombre, a Troy y Yeray, o lo que es lo mismo, el grupo K-40.

El momento cumbre fue cuando una niña del público escogida al azar, Ariadna, le entregó la medalla que reconocía los servicios prestados con la apertura de más de 900 actas de detección de sustancias de este especialista en el control de hachís, marihuana, cocaína y heroína. "Un crack", dijo uno de los compañeros de Yeray mientras ponía en valor también a su propio can asignado.

Ahora toca la adopción y 8 familias o personas son las que han pasado el primer corte de las exigencias de la Policía Local para acoger a Troy. "Será una mesa de expertos el que determine quién le adoptará", añadió el concejal de Seguridad, Florentino Guzmán, en compañía de la jefa de Policía, Carmen Delia González, muy cariñosa con el protagonista del día.

¿Y qué siente Yeray? "Pues tristeza, pero es lo mejor para él. Tengo cinco perros, dos de ellos ya jubilados, y ahora mismo las necesidades del perro no podría cubrirlas del todo. Me queda pena, pero irá con una familia adecuada".

Confiesa que "uno se llega a enamorar de los perros. Creas un vínculo y trabajas en base a ello y por genética. El vínculo no se puede fingir. Cada vez que tengo que jubilar a un can es la misma sensación la que te invade. Ha sido mi compañero de trabajo", dijo con cierta pesadumbre.

"Ahora tengo a mi cargo a Teno, que viene a suplir a Troy. Cuando se plantea jubilarlo, ya tengo a otro perro trabajando a un nivel superior. Teno tiene un marcaje y un adiestramiento más modernos. Hace búsquedas al paso y es proactivo. Troy tenía otro sistema de búsqueda y se tenía que activar para empezar a buscar la sustancia", explicó el agente.

Natural de Gran Canaria, Yeray es guía desde el año 2007 y ha trabajado con muchos perros, especialmente con Nira, el propio Troy y ahora Teno, todos expertos en el menudeo en plazas y parques.

Ahora comienza la historia de Teno, Rex, Hara y Thor.