La Policía Local de Santa Cruz reforzará el control y la vigilancia sobre los usos inadecuados e ilegales de los vehículos de movilidad personal (VMP) en el municipio, y, en concreto, de los patinetes eléctricos, que han proliferado en las calles de la ciudad.

La decisión adoptada por el Ayuntamiento de la capital se enmarca en los acuerdos asumidos por todas las administraciones públicas para proteger y recuperar las aceras para los peatones.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Vial y Movilidad, Florentino Guzmán, justifica la medida con el objetivo de "poner orden en la circulación de estos vehículos y asumir la normativa al respecto". Tenemos que hacerlo ahora, antes de que ocurra algún accidente", dice.

También explica que se ha tratado de armonizar la "última y clara" instrucción de la Dirección General de Tráfico (DGT) a este respecto, con la ordenanza municipal que está vigente. "No ha sido sencillo, pero los técnicos y los mandos policiales se han esforzado en clarificar y priorizar la normativa que haremos cumplir respecto a los patinetes eléctricos", detalla.

El edil anuncia que, aunque la vigilancia ya ha comenzado a aplicarse, "vamos a encargar una campaña divulgativa para que la ciudadanía, y en especial muchos padres y madres, tengan claras cuáles son las reglas a partir de ahora, puesto que en el caso de los menores de edad las infracciones serán responsabilidad de los progenitores".

Muchas de las limitaciones que se harán cumplir emanan tanto de la normativa general de circulación como de la citada instrucción de la DGT. Es decir, se recuerda que la velocidad máxima a la que pueden circular es de 25 kilómetros por hora; que, además, con carácter general tienen prohibido circular por zonas peatonales y aceras; que son vehículos autorizados para una sola plaza; y que no pueden ser conducidos haciendo uso de auriculares, ni con el teléfono móvil.

En cuanto a los menores de edad, se recuerda que los que no tengan 16 años cumplidos deberán hacerlo con casco de protección y que, en cualquier caso, las infracciones o daños causados a terceros por esta conducción serán responsabilidad de sus tutores legales.

En la reciente orden, ya vigente para la Policía Local, también se establece un cuadro de infracciones, muchas de ellas previstas ya por la reglamentación general de circulación, junto a otras estipuladas por la ordenanza municipal de tráfico. Por ejemplo, la conducción negligente de estos vehículos VMP podrá suponer una propuesta de sanción por valor de hasta 200 euros; circular con más de una persona a bordo, 100 euros; conducir haciendo uso de auriculares o del teléfono móvil, 200 euros; no portar el casco de protección, en el caso de los menores de 16 años, 100 euros; circular por zonas peatonales o aceras, 200 euros; y el estacionamiento incorrecto, 100 euros.

Del mismo modo, y al ser considerados conductores, quienes circulen bajo los efectos del alcohol con estos VMP podrán ser sancionados con multas que oscilan entre los 500 y los 1.000 euros, dependiendo de los límites legales y las tasas de alcoholemia establecidas con carácter general. En el caso de que se detecte droga en el organismo del patinador, la sanción será de 1.000 euros.