La capital tinerfeña contará, por primera vez, con un Sistema de Supervisión de Impacto Ambiental y Gestión de Restricciones del Tráfico, con el que el Ayuntamiento controlará y "vigilará" los puntos de entrada más importantes de la ciudad. El Consistorio chicharrero persigue, con la implantación de esta novedosa metodología, cuya puesta en marcha se prevé para el próximo año, reducir la contaminación en Santa Cruz; crear "listas negras" de vehículos "no aptos para la circulación", y establecer restricciones al tráfico en el caso de que sea necesario. La Junta Local de Gobierno aprobará hoy lunes la solicitud, por parte de la Corporación local, de fondos europeos para que este proyecto se convierta en realidad lo antes posible.

El citado sistema, que supondrá un coste de 1,2 millones de euros, estará formado por sensores de toma de datos de emisiones ambientales, para lo que será necesaria la instalación de fibra óptica hasta el Centro de Control que se establezca para la monitorización; por cámaras de alta resolución; por panales de mensaje variable, y por un software "robusto". Así lo ha informado el concejal responsable del área de Seguridad, Movilidad y Medio Ambiente, el socialista Florentino Guzmán Plasencia.

Las cámaras de alta resolución serán capaces de detectar matrículas o etiquetas telemáticas para "caracterizar los vehículos que entran a la ciudad", en función de su fecha de matriculación, emisiones según modelo o etiquetado medioambiental. Asimismo, serán capaces de "aforar" el número de coches y registrar incidencias automáticamente. Para cada punto de acceso de la capital, se colocarán, como mínimo, dos cámaras. Las imágenes se procesarán con inteligencia artificial.

Los paneles con los que contará este nuevo sistema mostrarán "hasta tres mensajes variables alternados centralizados con el Centro de Control". Permitirán visualizar automáticamente los niveles de contaminación en tiempo real; ofrecerán la información relativa a incidencias del tráfico; y mostrarán rutas alternativas a los conductores o desvíos en el caso de que se establezcan restricciones de tráfico por motivos medioambientales, situaciones de alta congestión de vehículos u otro tipo.

El concejal de Seguridad, Movilidad y Medio Ambiente destaca que gracias a la implantación de este proyecto se podrá llevar a cabo el registro y seguimiento de parámetros de contaminación ambiental "mediante históricos y gráficos". "Podremos establecer una serie de escenarios en función del tráfico para poder implementar actuaciones o campañas en el futuro, dirigidas a reducir las emisiones derivadas del tráfico rodado y hacer un seguimiento comparativo de los resultados", manifiesta Plasencia.

Asimismo, añade, el sistema proporcionará información y concienciación a los usuarios de las vías "al mostrar los niveles de emisiones en tiempo real". "Se podrán establecer itinerarios alternativos en caso de incidencias o en caso de que se pongan en marcha restricciones a la circulación. Los conductores recibirán la comunicación al instante a través de los paneles. También la gestión de los incidentes en las entradas a la ciudad, como accidentes, vehículo parado o colas, será mucho más eficaz, con el fin de minimizar el tiempo de actuación", resalta.

En el marco de este proyecto, el área de Movilidad del Ayuntamiento también estudia las diferentes medidas con las que podría disminuir la tasa de emisiones contaminantes derivadas del tráfico rodado de entrada a Santa Cruz, tras la implantación de este Sistema de Supervisión de Impacto Ambiental y Gestión de Restricciones de Tráfico. Una de ellas consiste en el aumento de la tasa de ocupación de los vehículos y otra en restricciones por "edad-emisiones".

E Tasa de ocupación. Según un estudio realizado por el Cabildo, la tasa media de ocupación de vehículos tanto para la autopista del Norte como para la del Sur, que son los dos ramales principales de entrada a la ciudad, es de, aproximadamente, 1,3 pasajeros por vehículos. En la memoria de este proyecto se indica que si se logra, con el incremento de la vigilancia del tráfico que proporcionará el nuevo sistema, que la tasa aumente en apenas un 7% (1,4 pasajeros/vehículos), muy lejos aún de las cifras de ocupación de ciudades como, por ejemplo, Barcelona, se reduciría el tráfico diario de entrada a Santa Cruz en aproximadamente 8.000 vehículos, llegando a los 100.000, por lo que "la intensidad se volvería a situar en la registrada en 2014". En cuatro años, en Santa Cruz, el tráfico ha aumentado un 6,8%. Esta reducción del número de vehículos supondría una importante disminución de las emisiones contaminantes.

E Restricciones por edad-emisiones. El Ayuntamiento baraja la posibilidad de que se establezcan restricciones según la edad del vehículo y la norma Euro de emisiones que cumplían en la fecha de fabricación. La política menos restrictiva sería la de prohibir la entrada al centro de la ciudad a vehículos sin etiquetado de la DGT (Dirección General de Tráfico), es decir, a los coches con más de 20 años de antigüedad. Con esta medida, en Santa Cruz, donde el porcentaje de vehículos que tienen dicha antigüedad supone un 23% del total en circulación, el número de coches que entran a la ciudad se reduciría a una cifra aproximada de 80.000 al día, disminuyendo también de manea considerable las emisiones. Estas restricciones se han aplicado en ciudades como Madrid y Barcelona, según apunta el edil de Movilidad y Medio Ambiente.

Santa Cruz es uno de los municipios que, según la normativa tanto europea como estatal, se verán obligados a implantar medidas de mitigación en el ámbito de la movilidad que permitan reducir las emisiones contaminantes. Según datos facilitados por el Ayuntamiento, la ciudad cuenta con uno de los ratios de vehículos por habitante más altos del país, siendo éste de 0,78, situación agravada por la edad media del parque móvil. Ésta se sitúa en los 11 años. Un estudio de la Unión Europea señala que los vehículos de más de 10 años de antigüedad son responsables del 80% de las emisiones. En los últimos años, se ha endurecido drásticamente la normativa y los controles a los fabricantes de automóviles para reducir las emisiones en los nuevos modelos lanzados al mercado automovilístico.

Teniendo en cuenta que a Santa Cruz de Tenerife accedieron de media diaria 106.347 vehículos durante 2018, cifra que aumentó hasta los 130.000 los días laborales, y tomando como referencia los modelos de vehículos de 11 años de edad, que tuvieron un nivel de emisiones medio, el tráfico de entrada a la ciudad genera anualmente 1.617 toneladas de dióxido de carbono.