El presidente y el vicepresidente de la AV Azorín, José Luis Guzmán y Ángel Brito, respectivamente, mostraron su preocupación por el incremento desmesurado de personas que pernoctan en la calle, una situación que han denunciado al Ayuntamiento con frecuencia. A juicio de los directivos, "antes podíamos hablar de repuntes temporales de personas que duermen en la calle, picos que no eran estables. Ahora sí está sucediendo que el aumento es permanente. La situación está mal otra vez, es así de simple. Solo la muerte de dos personas sin hogar, parece ser por distintas circunstancias, ha devuelto a la actualidad un problema que se mueve ahora de forma peligrosamente lineal. Es milagroso que solo se contabilicen estas muertes", apuntaron.

El activo colectivo vecinal señala que se trata de un problema enquistado con los años y de difícil solución y en el que no tienen que ver los colores políticos. "Eso sí, reconocemos más que gestos, como sucedía con el anterior gobierno, algunos hechos con el nuevo por el enfoque que se le ha dado a la situación. Ahí está, por ejemplo, la iniciativa tomada por los servicios sociales del Consistorio de derivar a una decena de usuarios del albergue hacia algunos recursos sanitarios".

Guzmán fue contundente a la hora de señalar que "es un hecho que el incremento de personas en la calle no se debe simplemente a un pico, pero le digo que la situación está otra vez caótica" y reiteró la idea del número de personas que mueren en la calle por una circunstancia u otra, "pero que siempre han tenido un nexo común con el albergue municipal".

El presidente del colectivo vecinal quiso dejar claro que "no nos referimos a uno de los casos precisamente en donde hay dudas sobre las circunstancias de su fallecimiento. Esto puede ser casual aunque el morador del puente era usuario del recurso. Ya en la última reunión de la asociación dejamos de manifiesto que estamos cansados de estar contabilizando muertos alrededor de nuestros jardines, nuestras plazas o nuestras calles. Perdimos la cuenta hace tiempo. En estos últimos 5 años, al menos, la cifra ronda entre los 7 u 8, aunque creo que me quedo corto", apuntó.

El vicepresidente de la AV Azorín, Ángel Brito, recordó que una semana antes del fallecimiento de la persona encontrada en los jardines de la estructura del puente "comunicamos al Ayuntamiento que el número de colchones se incrementaba y que era necesario que actuaran los servicios de Urbaser. Al final se mantuvieron y se descubrió un cadáver en esa zona, desgraciadamente".

"Ahora lo último que hemos percibido es que muchos de los sin techo están durmiendo en la zona de Buenos Aires. El problema no cesa y parece que se extiende", añadió para recordar a los jóvenes que no se pueden identificar en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), que no son atendidos y que se encuentran en un limbo administrativo.

José Luis Guzmán, cansado de la situación, volvió a incidir en "el milagro de que no siga cayendo la gente en la calle. El italiano que falleció en el ámbito de El Corte Inglés era usuario del centro de atención que tenemos en el barrio. Probablemente comió allí y fue hacia esa zona y el resultado final fue el que fue. Hubiese muerto en cualquier sitio, al lado de la asociación o en cualquier otro rincón cercano".

Como reflexión final, los directivos dejaron claro que en ningún caso es un problema de política: "No, da igual el color del que se hable. La situación es difícil. Todos los gobiernos coinciden en lo mismo, el de Bermúdez (CC) o el de Hernández. Es necesaria la implicación de todas las administraciones para minimizar los efectos de los sin techo".