La capital tinerfeña siempre ha destacado por ser una ciudad tranquila, amante de los paseos y jardines, de las terrazas y del deporte. Esas características han marcado el urbanismo y sus infraestructuras, unas dotaciones que se han ido incorporando poco a poco para prestar un servicio diferenciado. Lógicamente, la apertura de la ampliación del peatonal de la Avenida Marítima da un sentido muy distinto al frente santacrucero y ofrece una imagen más acorde a una ciudad moderna, más visitable y cómoda, una Santa Cruz de Tenerife que se despierta de noche y que se la disfruta con todo corazón.

Es lo que dan pie los 18.400 metros cuadrados en dotaciones puestos a disposición de los vecinos desde el pasado 25 de octubre, justamente en el frente de la sede del Cabildo Insular de Tenerife, promotor junto al Ayuntamiento capitalino de la actuación, que pertenece a la segunda fase de las obras de apertura al mar del proyecto de los arquitectos Herzog y De Meuron, y del que falta al día de hoy la parte más importante: la verdadera apertura al mar de la mano del Enlace Puerto-Ciudad o la Marina Deportiva, como se denominó hace ya 10 años.

Este ambicioso plan todavía tendrá que esperar bajo el liderazgo de la Autoridad Portuaria, pero mientras tanto el nuevo frente que se sitúa en la zona de la plaza de España se ha convertido en un auténtico punto de encuentro en el que adultos, mayores, jóvenes y niños se dan la mano, sobre todo los fines de semana por la gran oferta de espacios puesta a disposición de los ciudadanos.

La luz tenue de las luminarias, los bancos, las pérgolas de madera semicirculares con sus descansos y los lugares deportivos y puntos de calistenia han elevado este tramo a una atmósfera especial para todas las edades.

Uno de los usuarios, Sergio Cabrera, señala al respecto que "es lamentable que Santa Cruz no tuviera un espacio como este mucho antes. En cualquier parte del mundo en unos años se hace y aquí parece que todo tarda. No creo que esté vivo cuando terminen la última de las fases", ironizó este administrativo mientras caminaba rápidamente con su mujer.

En los bancos un grupo de chicos hablaban de las elecciones. Sobre ello nuevamente quedaban muy marcadas las diferencias en el ámbito político, "pero lo bueno es que lo podemos hacer aquí", dijeron mientras se zampaban una bolsa de pipas. "Eso sí, las cáscaras las estamos colocando aquí", señaló entre risas una de las chicas del grupo.

Sin duda, el frente del Cabildo ya se está destacando como un lugar en donde el buen gusto ha imperado, un sitio muy agradable para pasear, pero sobre todo para hacer ejercicio. Allí algunos deportistas se citan para correr o descansar "después de ir hasta el Balneario y volver", especifica Ana Rodríguez, que junto a una amiga (no quiso dar su nombre entre risas sonoras) estiraba en uno de los bancos dispuestos debajo de una de las pérgolas semicirculares.

Por momentos, a eso de las 21:30 horas, el paseo se vuelve un campo de entrenamiento por el gran número de personas que se cruzan en cualquier dirección. Mientras, en los puntos de calistenia, los deportistas hacían virguerías con sus cuerpos aprovechando la fuerza y la inercia del movimiento en las zonas de rejas o las anillas y el suelo. Uno de ellos, José Manuel Pérez, prefiere "venir de noche, porque por la tarde es casi imposible entrenar. Están tan bien que algunos gimnasios con todos sus clientes se citan en los parques para entrenar".

El comentario sonaba a queja, situación que confirmó él y uno de sus acompañantes. "¿Por qué? Porque se hace imposible entrenar más temprano con ellos. Es lamentable que teniendo sus propios espacios cojan también estos públicos por negocio y el resto de personas se tengan que fastidiar sin poder utilizarlos", explicó el propio usuario.

Unas horas antes, los reyes del espacio fueron los niños, sus bicicletas y patines en un paseo en el que "caben todos", aunque se trata de un kilómetro "muy tenso" para los ciclistas entrados en años que van y vuelven de Las Teresitas. Eso entre semana, pero los sábados y domingos los más menudos de la casa se adueñan del lugar hasta altas horas de la noche, "así los cansamos y podemos dormir la mañana", apunta Rita Real mientras vigilaba a sus vástagos.

"Solo falta que construyan de una vez por todas el parque infantil que dicen es el más grande de Canarias, aquel de piratas o el que quieran, pero algo grande y que merezca la pena". "Y con sombra, como dice la alcaldesa (Patricia Hernández)", replicó Elena Hernández, acompañante de la anterior.

Son pequeñas historias que desde hace 25 días se viven en el frente de la plaza de España, relatos y vivencias que se reinventarán a lo largo de los años por una apuesta urbanística que ya necesitaba la ciudad de Santa Cruz.