Un tiempo desapacible marcó la visita de los casi 8.000 cruceristas que ayer coincidieron en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, una experiencia que marcó negativamente la actividad económica de las principales propuestas que se desarrollan en la capital tinerfeña.

Y la oportunidad era propicia, ya que en el muelle sur se dieron la mano nada menos que cinco cruceros, Ocean Majestic, Marella Explorer, Artania, Europa 2 y Queen Elizabeth (este último atracado en el muelle de Rivera y con 2.000 pasajeros a bordo), que elevaron la imagen de la infraestructura tinerfeña a los cielos para residentes y los propios turistas que se citaron en la ciudad.

De esta forma, y desde primera hora de la mañana, la brisa fría ralentizó la salida de los visitantes, una situación que se complicó muchísimo más con las primeras gotas de lluvia, que se hicieron notar a partir de las 10:30 horas.

"Esto nos viene muy mal. La gente, que lo tiene todo pago en los cruceros, no se van a atrever a bajar. Hace frío y llueve. Creo que hoy (por ayer) no será un día muy propicio para la tienda", explica una de las encargadas de una reconocida firma de ropa internacional.

Las clareas destacaron a lo largo de la calle Castillo hasta la plaza Weyler, históricamente el pasillo elegido por los visitantes para entrar a la ciudad desde la zona portuaria. Allí, los habituales desayunos de los turistas se tornaron en simples anécdotas y la imagen más habitual fue la de los empleados con el paño en la mano para secar sillas y mesas.

Una sonrisa o una invitación para evitar la espantada de los visitantes que mayoritariamente pasaban de largo de los establecimientos fueron parte de las opciones elegidas, aunque con escaso éxito, confesaba José, un trabajador de una de las cafeterías en la parte alta de la calle que se afanaba en dejar la mesa como una patena.

Y la cosa se complicó media hora más tarde cuando hubo momentos en los que la lluvia se hizo más patente, lo que provocó que los pocos visitantes que se atrevieron a bajar de los cruceros se resguardaran en las puertas de los principales comercios ante la mirada de empleados, que les invitaban a entrar para que se interesaran por sus mercancías.

"Resguardados, pero sin comprar la mayoría de ellos", se aventuraba a decir el representante de una joyería en una de las calles paralelas a Castillo mientras lamentaba ese mal tiempo.

Mejor suerte tuvo, aparentemente, la actividad de las guaguas turísticas de dos pisos de la plaza de España, ya que las salidas se producían con bastante frecuencia y con un buen número de pasajeros en ellas.

A pesar de los malos augurios, la situación mejoró sustancialmente en el caso de la lluvia, aunque no en el de la brisa fresca.

Sobre las 12:15 horas era perceptible un tránsito de cruceristas mucho mayor, lo que animó alguna de las terrazas más próximas a la zona portuaria, las de la plaza de la Candelaria, Bethencourt Afonso o Villalba Hervás e, incluso, en el frente marítimo de la avenida La Roche, "pero ni mucho menos lo esperado, cuando tendría que haber en la calle más de 7.500 personas de visita más la tripulación de los buques que hay atracados", llegó a decir el propietario de un conocido establecimiento de este enclave.

En esta franja horaria, en algunas de las boutiques y tiendas de ropa se hicieron algunas compras, pero ni mucho menos lo que se esperaba, según las previsiones que tenían para el día de ayer, confesó otra de las encuestadas.

"Está claro que hoy no ganamos en el negocio, pero también es verdad que no perdimos con las pocas ventas que se hicieron. Dicen que mañana (por hoy, sábado) vienen más barcos y miles de cruceristas más, por lo que esperemos que el tiempo acompañe mucho más. Esa es la clave. A buen tiempo, mejor perspectiva", apuntó un empleado de una tienda de deportes.

Lo dicho, el buen tiempo sigue siendo la clave.

González da la bienvenida al 'Marella Explorer'

El presidente de la Autoridad Portuaria de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González, hizo de anfitrión en la primera visita al puerto tinerfeño del crucero Marella Explorer, que arribó el pasado jueves. En su primera escala a la infraestructura, el buque realizó el embarque de 1.900 pasajeros, cumpliendo así con su papel de puerto base.

El presidente de Puertos dio la bienvenida al puerto al capitán Jonathan Peter Harris, que recibió de manos de González la tradicional metopa conmemorativa y una botella de vino malvasía en clara promoción de los caldos canarios.

El crucero partió por la noche para cumplir con un circuito por el Archipiélago que le llevará en estos días por al puerto de La Gomera, donde recalará mañana, domingo.

Por otra parte, nueve cruceros arribarán entre hoy y mañana. Emerald Princess, MSC Fantasia, AIDAstella y Europa2 son los buques que estarán hoy en el puerto, mientras que mañana, domingo, se espera la llegada del Celebrity Reflection, Costa Pacifica, Spirit of Discovery, en primera escala, y los veleros de lujo Sea Cloud I y II. En total, un fin de semana para 14.700 cruceristas y 5.200 tripulantes.