Anaga siempre se ha distinguido por ser una suma de núcleos aislados en el ámbito más rural de Tenerife. A pesar de esa característica, encierra un conjunto de historias que han forjado una personalidad propia y arraigada en el terruño. Y parte de esas pequeñas historias son las que intenta rescatar, año tras año, la AV La Voz del Valle de Taganana, que en este caso recuerda cómo en 1893 los vecinos se organizaron para evitar la propagación del cólera que azotaba al Santa Cruz más urbano.

Hace unos días, el colectivo vecinal que preside el Luján González sacó a la luz la importancia de ese hecho histórico que llenó de muerte a la Isla. Hace 125 años los vecinos se organizaron a través de la Cuarta Compañía de Milicias de Taganana con el objetivo de cerrar las entradas al Macizo y evitar la propagación del "invisible enemigo", resaltó González.

Para recordarlo, con la vestimenta de la época, los vecinos recrearon los trabajos de "cierre de fronteras" en puntos estratégicos como El Bailadero, Amogoje o en Piedra de la Guardia. Un gesto que sorprendió a los turistas, pero que mantiene en el recuerdo una de esas pequeñas historias de Anaga.