En los últimos diez días, los agentes del grupo de Protección del Entorno Urbano (Proteu) de la Policía Local de Santa Cruz ha sancionado a tres personas por alimentar a las palomas en las calles de la capital. Dichas multas ascienden cada una a 150 euros. El Ayuntamiento chicharrero recuerda que dicha acción está totalmente prohibida, por lo que se sancionará a aquellos ciudadanos que la realicen.

Desde las áreas de Seguridad, Movilidad y Medio Ambiente del Consistorio capitalino, que dirige el edil socialista Florentino Guzmán Plasencia, se informa, y tal y como se recoge en el twitter de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, de que "está plenamente acreditado que la proliferación de estos animales y el descontrol sobre su población puede generar problemas sanitarios, además de otros perjuicios en las ciudades".

Fuentes de la Policía Local chicharrera apuntan que una de las personas sancionadas alimentaba a estos animales en el entorno de la calle Pi y Margall con la plaza Weyler; otra en el tramo de la zona baja de Ramblas de Santa Cruz; y la tercera, en este caso reincidente, fue sorprendida en distintos puntos de la ciudad.

El Ayuntamiento de la capital, a través del área de Medio Ambiente, ha solicitado la colaboración ciudadana en varias ocasiones para que se deje de alimentar a las palomas. Y es que, a pesar de que al mes se capturan en el municipio chicharrero entre unos 800 y 900 ejemplares, por lo que la población de estas aves ha disminuido y está más controlada, siguen siendo una plaga en Santa Cruz de Tenerife. Estos animales pueden transmitir más de 40 enfermedades.

Se las puede ver por casi cualquier zona de la ciudad y en grandes cantidades, concentrándose muchas de ellas en lugares donde se las suele alimentar como, por ejemplo, en Tomé Cano, parque García Sanabria, plaza de España o la Rambla. Desde el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se ha alertado de lo peligrosas que pueden ser estas aves debido a la gran cantidad de enfermedades infecciosas que pueden transmitir.

Entre estas se encuentran la histoplasmosis, que ataca al sistema respiratorio, pudiendo provocar un grave daño pulmonar si no se trata; clamidiosis, la bacteria propia de las aves que, esparcida mediante el polvo de las heces respirado por los humanos, provoca ornitosis; encefalitis de San Luis, una grave afección que inflama el sistema nervioso, y alveolitis alérgica, conocida popularmente por la enfermedad del pulmón de la paloma, que si no se trata correctamente puede ser irreversible.

Según la última estimación realizada por Medio Ambiente, que se hizo en el año 2017, en Santa Cruz hay cerca de 30.000 palomas, 20.000 más de la cantidad que es considerada ya como una plaga.