Comerciantes y vecinos de la calle Porlier criticaron ayer el corte programado de la vía para realizar trabajos en la sede de un operador de telecomunicaciones radicado en el número 36. En este caso, denuncian que no es la primera vez que se corta la calle para operar en el edificio, lo que ha generado grandes problemas al vecindario de forma generalizada.

El primero de ellos implica a los comercios que hay abiertos de cara al público. Los mismos, cuentan alguno de ellos, han tenido que cerrar debido a que la gente no puede pasar o se les invita a que no lo hagan por los propios trabajos de la grúa y por la columna de camiones que han invadido la acera. Los que no han echado el cierre, según explicaron, han sufrido importantes pérdidas económicas.

Por otra parte, los vecinos destacan los ruidos que se han generado y reclaman que cuanto antes acaben los trabajos, "no vale solo que anuncien los trabajos, sino que no molesten", dijo uno.