Se encuentran bajo la poca sombra que hay, intentando huir del sol del que, sin embargo, disfrutan numerosa personas que acuden diariamente a la playa del Parque Marítimo, aunque en ella el baño está prohibido. Son las nueve personas sin hogar que han convertido este punto del litoral, situado en la parte trasera de las piscinas del Marítimo, en su refugio.

"Ayúdennos por favor, no queremos vivir así. No estamos aquí por placer, sino porque no tenemos a donde ir. Por favor, solo queremos una vivienda, un techo y poder llevar una vida normal. Dicen que nos ayudan, pero nadie lo hace". Son las palabras de Isabel Mora, una mujer de 38 años, que llegó a Santa Cruz de Tenerife desde Barcelona hace dos años, "escapando de una situación muy complicada por violencia de género".

"Allí yo tenía mi casa, mis cosas. Y ahora estoy tirada en una playa, con una caseta de campaña, pasando miedo por las noches, porque viene gente a amenazarnos y a molestarnos. Solo pedimos ayuda, que las administraciones públicas nos saquen de este infierno. La Policía viene y nos dice que no podemos acampar aquí, pero es que no tenemos otra opción", comenta esta ciudadana.

Jose González, de 29 años, es otra de las personas que pernoctan en esta playa. Lo hace junto a su madre, de 46, y su hermano, de 21. Cuenta que vivían en Ofra y que se quedaron en la calle por una "estafa inmobiliaria". "No tenemos a donde ir. El albergue no es una solución, aquello es horrible y no nos tratan bien. Tienen unas normas muy estrictas. Y otra cosa es que consigas una cama porque siempre está lleno. Tampoco podemos conseguir un trabajo, porque no podemos ir así sucios y oliendo mal. Esto es horrible. Nadie se lo puede imaginar", manifiesta Jose.