Jesús Soriano Carrillo, soberano gran comendador y presidente del Supremo Consejo del Grado 33, es un asiduo de Tenerife. Esta semana participó en un ciclo de conferencias en la capital tinerfeña. Atendió a El Día unas horas antes de que el Tribunal Supremo (TS) aprobase la exhumación de los restos de Franco, que durante décadas persiguió la masonería. "No puede haber un monumento para un dictador", recalcó.

¿Cómo definiría la situación política actual?

Es una situación complicada, probablemente fruto de una cierta evolución de la sociedad que ha perdido determinados principios democráticos. Se ha perdido la capacidad de diálogo y ha aumentado el egocentrismo. Estamos en una sociedad en la que se admite eso que se llama la posverdad. Están primando más los intereses de determinadas personas frente al bien común de la sociedad, que es lo que se debería buscar.

Tras los resultados de las últimas elecciones generales, ¿esperaba que se produjera lo que sucedió después?

No. Sinceramente, pensé que había dos partidos que iban a pactar, porque, además, lo habían intentado hacer antes. Me llevé una sorpresa. Pero luego me di cuenta de que estábamos abocados a unas nuevas elecciones porque no se iban a poner de acuerdo.

¿Y un nuevo proceso aclarará el panorama político?

Debería ser así. Estar abocado a unas terceras elecciones sería un fracaso de los políticos españoles.

¿Cómo ha influido la masonería en la política?

De ninguna manera. Eso es una leyenda. Es verdad que en todo el mundo hay masones que son políticos. La masonería defiende una serie de valores éticos y morales que estos masones que han sido políticos han intentado llevarlos adelante.

¿Cada vez hay menos masones en política?

Ni más ni menos. No demasiados, pero tampoco demasiado pocos. Se mantiene como siempre.

¿Se ha ido perdiendo el estigma que tenía la masonería?

España es el único país del mundo en el que hubo una ley para perseguir la masonería durante cuarenta años de dictadura. Eso ha pesado como una losa. Poco a poco, la sociedad española es más culta y se ha dado cuenta de que no es así. En Estados Unidos, por ejemplo, trece presidentes han sido masones.

¿Qué espera del Tribunal Supremo en relación con los restos de Franco?

Que aplique la ley como corresponde en un estado de derecho. Estoy seguro de que lo hará bien. Muchas veces tenemos la tentación de opinar de cosas que no conocemos.

¿Qué opina del traslado propuesto al cementerio de la Almudena?

Harán lo que sea correcto. Creo en el estado de derecho y creo en el Tribunal Supremo.

Pero ¿cómo lo vería?

No lo sé. Lo único que tengo claro es que no puede haber un monumento para un dictador como él. ¿El sitio? Todo es opinable. También la familia tiene unos derechos que el Supremo tendrá en cuenta.

En Santa Cruz hay un monumento en honor del dictador. ¿Sería partidario de eliminarlo o resignificarlo?

En un estado de derecho lo que hay que hacer es aplicar la ley.

La capital cuenta también con templo masónico único. ¿Sabe cómo está ahora mismo la situación?

He hablado con la alcaldesa y me he llevado la satisfacción de que esta nueva corporación es continuista con el proyecto y que hay un consenso entre todos los grupos políticos. La idea es sacar adelante ese templo porque es único en Europa. La regidora cree que en un plazo de tres años puede estar terminada la obra de rehabilitación. El tema va bien.

¿Ha entendido las trabas que han existido a lo largo de los años?

Supongo que sí. Los asuntos administrativos son largos. Son varios los organismos que quieren participar. Pero estamos al final del proceso.

O sea, que ahora sí es optimista.

Bueno, siempre lo he sido porque he visto que había voluntad de hacerlo. Pero las cosas no son fáciles.

¿Cómo está ahora mismo la masonería entre los jóvenes?

Es una de las grandes ventajas que hay en la masonería española y canaria. La media de edad está en el orden de los 40 años, y se nota un empuje de la gente joven por progresar y sacar adelante la masonería. El 7 de octubre voy a consagrar en Gran Canaria una cámara kadosch, que trabajan hasta el grado 30, y en junio del año que viene un capítulo rosacruz en La Palma. Salvo El Hierro y La Gomera hay masonería. Y eso por el interés de la gente joven. Canarias en la masonería española es muy muy importante.

Es decir, que el futuro está garantizado.

Sí. Se ha perdido el miedo. La gente lo ve de otra manera. El progreso es importante.

¿El Hierro y La Gomera no por qué?

Por un problema de población. Ha sido así históricamente.

Para el que no conozca la masonería, ¿cuál es el espíritu que debe tener si quiere ingresar?

Para ser masón hay que ser un hombre libre y de buenas costumbres.