El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife dio cumplimiento ayer al requerimiento de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, y procedió a retirar de los ocho quioscos de la playa de Las Teresitas aquellos elementos no autorizados en la concesión administrativa. Entre otros, ampliaciones de las pasarelas de madera, neveras, expositores y armarios. Los que no fueron recogidos por sus dueños quedaron custodiados en el depósito municipal.

Los técnicos de Costas habían detectado las irregularidades en una inspección realizada el pasado 1 de agosto, y los quiosqueros conocían desde el pasado viernes que debían eliminar todo aquello que no figurara en los pliegos.

La actuación de los operarios municipales comenzó en torno a las 10:00 horas, acompañada desde el primer momento por un fuerte despliegue de agentes de la Unidad de Intervención Policial (Unipol), incluida su unidad canina. Conforme fue pasando la mañana, el número de agentes se redujo. También la tensión.

Esta presencia "desproporcionada" de policías generó bastante malestar entre los propietarios de los establecimientos, cuyo representante legal, Juan Inurria, acudió a la playa y avanzó que los empresarios solicitarán una "mesa de diálogo" con el concejal de Urbanismo de Santa Cruz, Juan Ramón Lazcano.

"No cuestionamos la legalidad o no de la medida, sino la acción desproporcionada", sostuvo Inurria, quien insistió en que se están poniendo en riesgo puestos de trabajo y el tejido empresarial de Las Teresitas. "Para llevar a cabo estas acciones no hace falta llegar a estos términos", dijo.

"Queremos sentarnos y buscar puntos de encuentro, de unión y de consenso porque de lo que se trata es de avanzar y no de judicializar", afirmó Inurria. "Sin olvidar que los empresarios tienen hoy un cabreo importante", sostuvo.

El abogado recalcó que Las Teresitas "no debe ser un entorno de enfrentamiento" y avanzó que la idea de la asociación es "llegar a soluciones" en mesas de diálogo.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Hosteleros Quioscos Las Teresitas, José Juan Toribio Gutiérrez, reconoció que se dieron cuenta de las deficiencias que presenta la concesión administrativa cuando "entraron en materia", una vez resuelta.

"No teníamos nevera ni almacén donde meter nada. Y esto es básico. Sin él no tenemos un lugar donde meter mercancía", indicó. Esos fueron algunos de los elementos que se llevaron o desmontaron ayer los operarios. También mesas y hamacas que los quioscos tenían de más y hasta máquinas de tabaco.

En esta línea, Jesús San Antonio, propietario del Bambú, lamentó la celeridad con la que se llevó a cabo la acción de ayer, que lo obligó a vaciar neveras con rapidez para no perder su contenido. "Las necesitamos para nuestra actividad", dijo.

Aunque temió en un principio perder parte de su mercancía, finalmente le concedieron unas horas más -hasta las 18:00- para poder completar la tarea.

San Antonio aseveró que el problema de origen está en la concesión "que se hizo mal" por parte del anterior equipo de gobierno (CC-PP). No obstante, aclaró también que está en manos del actual grupo "solucionar" el conflicto. "Pueden interceder con Costas, que son del mismo partido", apuntó. Al igual que el presidente del colectivo, el dueño del Bambú considera que el almacén es "fundamental" para la actividad que desempeñan.

Desde el Ayuntamiento de Santa Cruz aclararon que su intervención se produjo para dar cumplimiento al requerimiento de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar.