El Ayuntamiento de Santa Cruz adoptará distintas medidas para promocionar el mercado de La Abejera, ubicado en el barrio de García Escámez, en todo el municipio. La primera de ellas será con el traslado de varias de las actividades que se van a organizar con motivo del Día del Vecino, iniciativa que se celebrará el próximo 26 de octubre. "Este espacio va a ser uno de los puntos neurálgicos de la celebración", avanza el concejal de Servicios Públicos, José Ángel Martín.

El edil indica que van a intentar apoyar a los que quieran invertir y a los que han invertido ya, "y promocionar el espacio con alguna novedad que estamos planteando, tanto para el interior como para el exterior de la zona". Martín sostiene que "hasta ahora" el anterior gobierno municipal, que formaban CC y PP, no ha creído en este espacio, pero "nosotros sí lo hacemos". No obstante, aclara que para que resurja el mercado "es necesario que lo haga también el entorno. Y para eso necesitamos invertir en él".

Junto a técnicos municipales, el socialista se reunió hace unos días con el adjudicatario de la concesión -le restan unos cinco años- y constató que, en estos momentos, La Abejera es "deficitaria".

En esa cita, Martín pidió al responsable de la empresa Alvenri Mercados S.L. que "medie" entre los diferentes propietarios de puestos para tratar de solucionar los enfrentamientos que existen entre ellos. "Nosotros vamos a hacer un esfuerzo para hacer resurgir la zona, pero la concesionaria también tiene que hacerlo para buscar novedades y darle a la recova otro ambiente y otras formas", subraya el concejal. "Vemos La Abejera como una posibilidad y con potencialidad, y por ello queremos que vuelva a resurgir", añade.

En esta línea, José Ángel Martín indica que, en adelante, el Consistorio hará un seguimiento y velará por que se cumplan los pliegos de la concesión para evitar "dobles raseros y personas que se puedan sentir maltratadas en el espacio".

Según ha publicado este periódico durante las últimas semanas, varios dueños de puestos están enfrentados por diferentes razones. Uno de los últimos ejemplos se produjo el pasado 25 de agosto, cuando se quedó encerrado dentro del recinto el propietario de la churrería, ante la negativa de las encargadas de cerrar el mercado de prolongar el horario de cierre para limpiar el local. El afectado se vio obligado a llamar a la Policía Local.

El inmueble original del mercado de La Abejera, que data del año 1897, fue sometido a un exhaustivo proceso de rehabilitación por parte del Ayuntamiento de la capital, en el que se invirtieron casi 600.000 euros. Su explotación fue otorgada, tras un concurso público, a la empresa Alvenri Mercados S.L., la única que participó en la licitación y que debe abonar al consistorio un canon anual de 7.800 euros.

La intención era que La Abejera funcionara, principalmente, como un mercado de abasto. Cuando abrió sus puertas contaba, entre otros puestos, con una frutería, una charcutería, una carnicería, una pescadería, un bar-cafetería, una tienda de quesos, un puesto de producto congelados, una tabaquería, una tienda de exquisiteces, una tienda de comida para llevar y una floristería.

En la actualidad, muchos de estos negocios han desaparecido y los propietarios de los que quedan mantienen serias discrepancias entre ellos a cuenta del modelo de gestión.