Primero fue la capilla de Nuestra Señora de la O, más tarde de Nuestra Señora de los Remedios y durante otra etapa lo fue del Sagrado Corazón. Finalmente, la capilla, erigida por el capitán Bernardo Espinosa en 1747 en la iglesia de La Concepción de Santa Cruz de Tenerife, recuperó su nombre original, el de la patrona de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna.

Espinosa, en un acto muy habitual en la época, en la que la gente pudiente mandaba elaborar capillas en las iglesias y luego era enterrada junto a ellas, pidió la licencia para construirla al obispo Conejero sobre 1744. Aunque se desconoce el lugar exacto, el militar está enterrado en esta parte de La Concepción.

En ella descansan también los restos del padre Luis María de Eguiraun Corcuera, hijo adoptivo de la ciudad. Eguiraun Corcuera nació en la provincia de Vizcaya el 2 de julio del año 1900. Religioso jesuita, fue el beneficiado párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción desde el año 1934 a 1985.

Deteriorado

El retablo de madera, que presenta ahora mismo un preocupante estado de deterioro, sobre todo en su parte inferior, fue considerado por el marqués de Lozoya como una gran obra del barroco canario, por detalles como sus pilares abalaustrados. Tanto fue su atractivo, explica José Arturo Navarro Riaño, mayordomo de la Virgen del Carmen, que seleccionó este detalle para reproducirlo en uno de sus trabajos. La capilla cuenta con sacristía propia.

Actualmente, en el nicho principal del altar está ubicada la imagen de Nuestra Señora de los Remedios, escoltada a ambos lados por san Bernardo y san Francisco Javier, dos obras de bulto -sin vestido-.

El ático de la capilla está coronado por una pintura de Nuestra Señora del Pilar, y sobre el altar está colocada una hornacina que guarda la imagen de san Antonio Abad, una escultura policromada y estofada. Curiosamente, se muestra sin su tradicional cerdo, extraviado desde hace años.

El techo es de estilo mudéjar y está policromado. Cabe señalar que las cubiertas de las capillas de La Concepción no mantienen todas una uniformidad.

No obstante, aclara el experto, este no es el altar primitivo de Nuestra Señora de la O que fue donado por el capitán Tomás Pereira de Castro, pues desapareció en el incendio que arrasó la parroquia en 1652. La escritura de esta donación está fechada el 8 de febrero de 1645 y firmada ante Juan Alonso Arguëllo.

En la capilla de Nuestra Señora de los Remedios, cuenta José Arturo Navarro Riaño, estuvo depositada durante años la cruz fundacional de la ciudad bajo dosel y con un pequeño altar a sus pies. Hoy, este símbolo descansa en el altar principal.

Lo que sí se mantiene en ella es un cuadro de san Lorenzo elaborado por Juan de Miranda en el siglo XVIII. Según explica el mayordomo de la Virgen del Carmen, la obra ha "escapado" a las riadas que han afectado a la iglesia en varias ocasiones.