Primero fue un mural debajo del puente de Taganana, luego la reforma de la pintura de Bob Marley en la parte inferior de la misma infraestructura y, por último, el jardín de dragos. Ahora, la asociación de vecinos El Pescador quiere continuar la campaña puesta en marcha hace casi un año y que definieron Visitamos San Andrés de 1.000 colores con una iniciativa aún más llamativa.

El colectivo vecinal ha recibido la donación del barco que perteneció al pescador más viejo del pueblo, Manuel Fernández "El Chocolate" -tiene 90 años-, para que lo instale en algún lugar de San Andrés como símbolo de su esencia marinera.

El Corbeta, que así se llama la embarcación, está ahora fondeado en la zona habilitada para barcos de la playa de Las Teresitas, pero pronto abandonará el vaivén de las olas por la seguridad de la tierra firme, en la que nació en algún momento hace años.

Dejará atrás cientos de horas de navegación en el mar, cargado de pescado fresco que su patrón distribuía en el pueblo marinero. Será, como si de un militar se tratase, su pase a la reserva. El momento del descanso.

La intención de la asociación de vecinos había sido desde el principio que el barco se colocara a la entrada del pueblo, en concreto en un jardín junto a la conocida popularmente como "Piedra de los comunistas".

Sin embargo, tras varias llamadas de atención por la titularidad privada de esos terrenos, el colectivo ha optado por ubicarlo junto al Castillo de San Andrés, otro referente del pueblo, en un pequeño terraplén en el que sus 10 metros de eslora quedarán a la vista de todos aquellos que pasen por el lugar. Evitan así que la iniciativa se dilate en el tiempo.

El Corbeta saldrá del agua una vez que el distrito de Anaga conceda los permisos necesarios. Solventados estos trámites, será extraído con una grúa, se procederá a limpiarlo y, con posterioridad, será trasladado al punto escogido para su exposición.

En la instalación colaborará, como en otras ocasiones, uno de los carpinteros de ribera del pueblo, José Ramón (Mon), que en breve armará unos soportes de madera que servirán para sustentar la embarcación.

No obstante, las actuaciones de la asociación de vecinos en relación con la campaña citada no pararán aquí. El colectivo continuará trabajando para que en un futuro no muy lejano otro barco ocupe el lugar que se había elegido en un principio para el Corbeta, pues entienden en el colectivo vecinal que es un lugar "estratégico", al ser de paso obligado para todo aquel que quiere ir al Macizo de Anaga, a la playa de Las Teresitas o a los barrios de Suculum e Igueste.

Para cuando eso suceda, el Corbeta ya tendrá navegadas muchas horas fuera del agua.