El área de Servicios Públicos inició ayer en el barrio de El Toscal un dispositivo especial de limpieza que se extenderá por los cinco distritos y que se prolongará hasta el 7 de noviembre. En total, serán 50 acciones en casi todos los barrios del municipio, que son 81.

La iniciativa responde, según recalcó en rueda de prensa la alcaldesa, Patricia Hernández, a las constantes demandas de los vecinos, que se quejaban de que en algunas zonas "no se veía una gota de agua desde hace años".

Las tareas que ya se llevan a cabo son complementarias al trabajo habitual que desarrolla el personal de limpieza de la ciudad.

Según expresó la regidora, que compareció acompañada del concejal del área, José Ángel Martín, gracias a este plan se unirán al menos tres cubas de agua de 9.000 litros, que también contienen productos desinfectantes y desodorantes, así como hidrolimpiadoras y barredoras. A esto también se sumará el trabajo manual de las cuadrillas de refuerzo compuestas por 6 u 8 personas.

"Soy consciente de que Santa Cruz requiere algo más que medidas extraordinarias, pero los chicharreros identifican la falta de limpieza como uno de sus problemas más importantes y mi obligación como alcaldesa es darles una respuesta eficaz para que esa percepción cambie", subrayó Hernández, quien recalcó que "esto es solo el principio".

"En vez de tener las cubas y las máquinas paradas, hemos reorganizado los recursos que tenemos y le hemos sacado la mayor eficiencia", subrayó la alcaldesa, quien añadió que "nunca antes" en Santa Cruz se había visto esa profundidad y dimensión en un baldeo de agua.

En esta línea, el concejal detalló que el baldeo con agua a presión se empezó a desarrollar en la zona con más problemas de movilidad, como son El Toscal y Duggi, lugares donde se ha pedido a los vecinos que retiren sus coches para facilitar los trabajos de los operarios.

El siguiente punto será el distrito Ofra-Costa Sur, con especial incidencia en los barrios más que en las avenidas. Así, César Casariego, Juan XXIII, Finca La Multa o Chimisay serán las prioridades de este zafarrancho, así como el resto de barrios del distrito.

Martín manifestó que se utilizan mecanismos de limpieza que hasta ahora no había sido usual verlos en las calles y que permiten limpiar la ciudad con mucha mayor profundidad para complementar el trabajo ordinario.

"Los vecinos nos dicen que no ven baldeos desde hace años. Por eso es una prioridad para el nuevo equipo de gobierno y para la alcaldesa, que ha hecho hincapié en que este plan debía ser inminente", remarcó.

"El paquete que estamos pagando no es barato por lo que hay que aprovechar al máximo los recursos disponibles", subrayó Martín, quien insistió en que "no se ha hecho nada extraordinario para llevar a cabo este plan sino que se ha reorganizado el trabajo".

Para trazar el recorrido ha habido un estudio previo de los técnicos del Ayuntamiento, que han cruzado la información de la que disponen a través de las herramientas de atención ciudadana con el mapeo de los trabajos de limpieza que desarrolla la empresa habitualmente. "La necesidad era tan grande que se decidió hacer un baldeo que cubriese prácticamente la totalidad del municipio", sostuvo.

El refuerzo de la limpieza lo llevará a cabo la actual concesionaria del servicio, Urbaser. Martín detalló ayer que el Consistorio no firmará el nuevo contrato con Valoriza hasta que se resuelva el último recurso judicial presentado. "Se está esperando por que el juzgado se pronuncie sobre las medidas cautelares solicitadas", dijo. En todo caso, avanzó que "exprimiremos al máximo los recursos de la nueva empresa de igual manera".

Por otro lado, el concejal de Servicios Públicos indicó que "se está trabajando en un pliego ambicioso" para los parques y jardines, de tal manera que no se solape con el de limpieza.