El Parque Municipal García Sanabria fue declarado Bien de Interés General con categoría de Jardín Histórico por el Gobierno de Canarias en 2016, por ser uno de los espacios de ocio más emblemáticos de Santa Cruz de Tenerife, ya que ofrece valores ambientales, botánicos y artísticos, distribuidos a lo largo y ancho de sus paseos, caminos, zonas ajardinadas y arboladas, combinadas con fuentes y esculturas.

La iniciativa de construir un parque público en Santa Cruz de Tenerife la propuso Patricio Estévanez Murphy, maestro de periodistas y concejal del Ayuntamiento, en un debate organizado por la Diputación Provincial en el Gabinete Instructivo, en 1881, siendo respaldada por el arquitecto municipal Manuel de Cámara y por el Doctor Diego Guigou.

Sin embargo, sería Santiago García Sanabria, alcalde de Santa Cruz de Tenerife entre 1923 y 1924 y desde 1925 a 1930, quién llevaría a cabo el ansiado proyecto del Parque Municipal, creando y presidiendo la comisión denominada Pro-Parque, la cual abrió con una suscripción de 25.000 pesetas y a la que pronto se sumarían varios vecinos hasta alcanzar las 200.000 pesetas con las que se compró la finca de 15 fanegadas situada entre las actuales calles Robayna-José Naveiras y Méndez Núñez-Rambla de Santa Cruz, a la Sociedad Constructora de Edificios Urbanos, encargada del ensanche de la ciudad. La escritura pública de adquisición de los terrenos se formalizó el 12 de diciembre de 1923.

Siguiendo el proyecto realizado en 1910 por el arquitecto municipal Antonio Pintor, el diseño definitivo responde al plano de la Casa Leyra, una empresa de Granada especializada en jardinería y floricultura.

Las obras de los paseos y zonas ajardinadas comenzarían en 1924. En la década siguiente se construyeron los arcos de hierro para el paseo de la rosaleda, se iniciaron las obras para el alumbrado, se instaló un sistema de riego, se aprovecharon las donaciones de los árboles que varios vecinos tenían en sus jardines particulares y en patios de las ciudadelas. Entre ellos está el tamarindo, considerado el árbol más antiguo del Parque pues ya existía antes de que los jardineros plantaran los primeros ejemplares.

Actualmente, el Parque constituye un auténtico jardín botánico, con especies vegetales de todos los países, contando con una rica colección de plantas ornamentales de origen tropical y subtropical, tales como el flamboyán, laurel de India, bougainville, etc. Asimismo, hay especies típicas del Mediterráneo, como olivos y plantas aromáticas; palmeras autóctona canaria, etc. En la última reforma realizada (2004-2006) se plantaron nuevos espacios con rosales, cactáceas, cycas musáceas, aráceas, árboles de plumería, etc.

El Parque cuenta con paseos, fuentes, estanques, monumentos, esculturas, zonas para el disfrute de los niños, kioscos, cafeterías, etc.Los paseos llevan los de tinerfeños distinguidos en diversas artes y profesiones: Agustín León Villaverde (1905-1986), violinista y compositor; Domingo López Torres (1910-1937), poeta, escritor y pintor. Domingo Pérez Minik (1903-1989) escritor, actor y director teatral; Francisco Aguilar y Paz (1905-1997), literato y doctor en derecho; Francisco Borges Salas (1901-1994), escultor, dibujante, pintor y grabador; José Blasco Robles (1904-1986), arquitecto municipal en 1931; Juan Marichal (1922-2010), ensayista, crítico literario, historiador; Manuel Bonnin Guerín (1898-1993), músico instrumentista, profesor y compositor; o Marcos Guimerá Peraza (1919-2012) historiador y biógrafo.

De estos paseos destacamos el también denominado de las Pérgolas, decorado con adelfas, buganvillas y rosales trepadores, entre las que sobresales cuatro esculturas representado las estaciones del año; y el de los Bambues, un paseo exótico cubierto por una espesa vegetación de cañas de bambú.

A lo largo de los citados paseos encontramos 13 de las 40 obras que escultores nacionales y extranjeros expusieron en la I Exposición Internacional de Esculturas en la Calle, organizada en 1973 por el Colegio de Arquitectos de Canarias. Estas son: Dado para 13, de Remigio Mendiburum; Estela espacial, de Amadeo Gabino; Homenaje a las Islas Canarias, de Pablo Serrano; Homenaje a Gaudí, de Eduardo Paolozzi; Homenaje a Millares, de Claude Viseux; Introversión, de Joseph María Subirachs; Laberinto, de Gustavo Torner; Las Cuatro Estaciones, anónima -donada por la ciudad de Venecia-; Monumento al gato, de Óscar Domínguez; Monumento al clima, de José Blasco; Penetrable, de Jesús Soto; Solidaridad, de Mark Macken. Además, existen otras tres piezas: Estructura metálica de la que cuelgan sacos de hormigón, de Joseph Guinovart; Cuatro figuras de aspecto antropomórfico, de Federico Assler; Escultura en hormigón, de Jaume Cubells. Con posterioridad a esta Exposición, el escultor tinerfeño Eladio de la Cruz, donó una obra que representa una figura humana, sentada y de rasgos estilizados,

Dentro del Parque también se exponen los bustos de Leonor Pérez, nacida en Santa Cruz de Tenerife, madre de José Martí, político cubano; y el de Leopoldo O'Donnell, nacido en Santa Cruz de Tenerife el 12 de enero de 1809, teniente general, duque de Tetuán, Grande de España, presidente del Consejo de Ministro en tres ocasiones, ministro de la Guerra, de Ultramar, de Estado y de Marina.

El monumento más emblemático del parque es el dedicado a García Sanabria, que se encuentra en el centro de la plaza donde se cruzan los dos paseos diagonales. Diseñado por el arquitecto José Enrique Marrero Regalado, consta de una enorme fuente luminosa con diferentes chorros de agua que tiene en el centro un obelisco de tipo expresionista en el que hay varias esculturas talladas en piedra. La escultura, cuya estatua está dedicada a la Fecundidad, realizada por Francisco Borges Salas, fue inaugurada el 4 de octubre de 1937, como merecido homenaje por los innumerables logros obtenidos en su fructífera gestión, siendo considerado uno de los mejores alcaldes que ha tenido Santa Cruz.

También existen otros monumentos dedicados a ilustres personajes: Doctor Guigou, obra del escultor Borges Salas; Emilio Calzadilla, abogado, masón y político republicano; Diego Crosa -Crosita- autor de numerosos cantares a las Islas Canarias; Ángel Guimerá, escritor en lengua catalana, pero nacido en Tenerife; Manuel de Cámara, arquitecto; Adalberto Benítez, concejal que dirigió durante dieciocho años ininterrumpidos el Servicio de Parques y Jardines.

Uno de los lugares más significativos y populares es el Reloj de Flores, considerado como punto de encuentro. El reloj, donado en 1958 por el cónsul de Dinamarca Peder C. Larsen, fue fabricado en Suiza por la casa Favag y se caracteriza por estar permanentemente adornado con flores frescas.

Otro lugar emblemático es la conocida palmera del Parque, aunque no esté dentro del recinto, sino en la plaza Fernando Pessoa, en la esquina de Méndez Núñez con José Naveiras. Considerada uno de los árboles singulares más reconocido y característico de la ciudad, tiene 125 años de existencia y mide 20 metros de altura.