"La situación es inexplicable". Así resumen residentes en la calle Clara Campoamor los casi dos años que la vía lleva sin luz pública. Ubicada en la parte superior del Centro Comercial Carrefour-Meridiano, la calle permaneció cerrada alrededor de tres años, mientras se construía un edificio anexo. Sin embargo, las obras concluyeron, el inmueble fue entregado y ocupado por sus dueños, pero Clara Campoamor permaneció a oscuras. Y así continúa, a pesar de contar con las farolas de siempre.

Aunque se trata de una pequeña vía de unos 200 metros de longitud, juega un importante papel para el tráfico de esta zona de la ciudad, pues une las avenidas Manuel Hermoso Rojas y Álvaro Rodríguez López, que soportan una alta intensidad de vehículos.

Además, la calle, de doble sentido a pesar de su longitud, sirve como punto de acceso a una de las entradas del citado centro comercial.

La vía cuenta con dos pasos de peatones, aparcamientos señalados en ambos lados, jardineras con árboles y semáforos, aunque desde que se reabrió al tráfico permanecen en ámbar, otra cuestión que preocupa a los residentes.

La falta de luz, a juicio de los consultados, ha generado más de una situación de peligro, pues en cuanto comienza a oscurecer las personas que cruzan los pasos de peatones apenas son perceptibles para los conductores.

"Parece que están esperando a que ocurra algo", relata uno de los vecinos, que hace referencia a las distintas quejas, tanto individuales como colectivas, que se han presentado en las dependencias municipales. Una de las últimas se registró el verano pasado en las oficinas del distrito en el parque La Granja por parte de la comunidad de propietarios del edificio. Incluso se ha notificado la incidencia a la Policía Local. "A ver si los nuevos gobernantes nos hacen caso", añaden.

Relatan los residentes que cuando reabrió la vía, ya con el edificio ocupado, tuvieron que esperar unos tres meses por la colocación de los contenedores de basura. Mientras, tenían que cruzar la avenida Álvaro Rodríguez López y depositar allí los residuos.

La ausencia de luz en la vía, apuntan los vecinos, ha generado también cierta inseguridad. "A veces recibimos alguna visita en moto y no se atreven a dejarla en la puerta del edificio por miedo a que se la lleven aprovechando la oscuridad", apuntan.

"No creo que sea una excusa los tres años que permaneció cerrada la calle, ni tampoco que el ayuntamiento no haya recibido la obra si concedieron la cédula para habitar el edificio. De hecho, obligaron al edificio a realizar unos cambios en las aceras", apuntaron los afectados, que incidieron en que ni siquiera se trata de hacer ningún tipo de obra: "Si están las farolas se supone que están los cables; por tanto, resulta difícil de entender que no se haya repuesto la luz", remarcan.

El tráfico, otro problema

Otro de los problemas de los que se quejan los residentes en Clara Campoamor tiene que ver, precisamente, con las colas que se generan a la entrada del centro comercial. En días señalados y a comienzos de mes, apuntan, les resulta difícil llegar hasta la vía, por la que acceden al garaje del edificio. A juicio de los afectados, gran parte del problema lo motivan los semáforos del final de Álvaro Rodríguez López, que ralentizan al tráfico.