Los voluntarios de Cruz Roja que prestan el servicio de socorrismo, vigilancia y salvamento en la playa de Las Teresitas están hartos del incivismo de algunos usuarios de la mayor zona de baño de la capital.

Desde hace tiempo, pero sobre todo durante los fines de semana, su puesto de mando, casi al final de la playa, se ha convertido en un improvisado baño para cientos de bañistas que prefieren evitarse el camino hasta los servicios oficiales.

Según relataron ayer varios de los afectados, entre ellos otros usuarios de la playa, la cantidad de orina, sobre todo los sábados y domingos, es tal que puede alcanzar las diversas estancias que conforman el puesto de Cruz Roja.

"Abrir por las mañanas, sobre todo los fines de semana, se está convirtiendo en algo complicado", reconoció uno de los trabajadores del servicio. Ayer, por ejemplo, tuvieron que baldear con agua y cepillo los alrededores del recinto.

De hecho, comentó también que hay momentos en los que a estos incívicos "les da igual" que haya o no gente de servicio dentro del puesto de mando o que la puerta está abierta, pues hacen sus necesidades sin ningún tipo de control.

Además de ello, estos "desaprensivos" utilizan esta zona de la playa para depositar bolsas de basura que no arrojan en los contenedores instalados al efecto. "Da pena", insistieron.

Cruz Roja da cobertura de socorrismo, vigilancia y salvamento, además de a Las Teresitas, a las playas del Roque de las Bodegas, Almáciga, Benijo y Las Gaviotas.