La AV La Voz del Valle de Taganana reclamó ayer a las administraciones la ampliación de las cuadrillas de limpieza de los caminos y senderos de los pueblos integrados en el Parque Rural de Anaga con el objetivo de ponerlos en valor durante todo el año por el gran interés etnográfico y turístico que pueden tener.

Así lo demandó ayer el presidente del colectivo, Luján González, quien además pidió a los responsables de las administraciones la recuperación de la figura de los camineros como personal laboral fijo del Cabildo o del ayuntamiento para mantener durante todo el año los senderos del Parque Rural de Anaga.

"Es fundamental ampliar el número de efectivos que se dedica al desbroce y mantenimiento. El caminero haría eso y podría arreglar muros o mantener los desagües limpios... Trabajo tendrían en esos cientos de caminos y senderos que son fundamentales para entender la historia del Macizo de Anaga y que se han convertido, también, nuevos nichos de actividad económica por el número de senderistas que los utilizan al año", dijo el directivo.

Resaltó que uno de los problemas que existen en Anaga es el escaso número de efectivos destinado a su mantenimiento. Recordó que en la actualidad hay dos cuadrillas de 5 personas, "un número insuficiente para tenerlos en condiciones", y encima "están solo 6 meses. Hace falta más gente y más tiempo de trabajo".

En distintos puntos del parque rural "senderos que tienen en alguno de sus tramos dos metros de ancho, pero la realidad es que el tiempo y la falta de desbroce hace que se cierren y se queden con un ancho insuficiente, eso si no se quedan bloqueados. Ahí están, por ejemplo, el antiguo Camino Real que conecta Taganana con La Laguna y que está tupido o el de Abicore, que conecta con el pueblo de San Andrés", dijo.

Luján González afirmó que "los senderos dan más a la Isla de que lo que recibe Anaga en su conjunto, por lo que el incremento de personal para mantenerlos transitables y en condiciones sería la respuesta justa a unas infraestructuras que son utilizadas, principalmente, por un turismo especial".

"Pero no queda la cosa ahí. Hay que recordar que los senderos son transitables para los vecinos y se convierten en vías de escape si en un momento dado surgen problemas más generales, como pudiera ser un incendio, por ejemplo, o si hay una catástrofe y se bloquean las carreteras. La única salida que tendríamos sería la de los caminos tradicionales, los de toda la vida", apuntó.

Precisamente en este punto, el presidente de la AV Voz del Valle quiso aportar otra idea para reforzar la necesidad de incrementar el personal especializado y es "la perspectiva etnográfica de los senderos y caminos, que fueron esenciales durante siglos. Si se defienden se venderían de cara al turista o el visitantes, y para los propios vecinos, como un valor intangible e incalculable, ya que son parte de nuestra historia más reciente y pasada".

Sobre ello resaltó que "la historia es lo que gusta, lo que no se modifica. Los senderos conectaban a los vecinos que tenían la oportunidad de compartir sus vidas, ir a una casa de otro pueblo, visitar a sus familiares o se transportaban productos, materiales o comidas... Esa es la parte real de las vías de comunicación y que hay que conservar con un mantenimiento adecuado y suficiente. Es mantener parte de la memoria del Parque Rural de Anaga", dijo para concluir.