Es un libro abierto que comunica sin parar. A veces, incluso, hay que frenarlo porque el cúmulo de datos que maneja resulta difícil de controlar. Pero lo hace con pasión y con cariño, el mismo que le tiene "desde niño" a la Virgen del Carmen, imagen de la que es mayordomo en la iglesia matriz de La Concepción.

José Arturo Navarro Riaño conserva, a sus 81 años, una memoria prodigiosa que le permite contar detalles de siglos pasados sin vacilar, con precisión milimétrica. Antiguo maestro y exjefe de protocolo del Parlamento de Canarias, del Gobierno regional y del Ayuntamiento de Santa Cruz, este chicharrero apasionado con lo que hace y con lo que cuenta fue bautizado en La Concepción un 12 de octubre de 1937 por el padre Luis María de Guiraum.

El bautizo se realizó en el baptisterio que hoy "vigilan" dos cuadros con las imágenes de los hermanos Logman, Ignacio y Rodrigo, dos religiosos flamencos que, en el siglo XVIII, se encargaron de mantener la devoción por la Virgen del Carmen.

La imagen había llegado a la Isla un siglo antes, de la mano del mercader Francisco de Vera Pacheco, pero fueron los hermanos Logman los que con su dinero le dieron "mucho impulso". De esa época es el altar que está al fondo de la tercera nave, la que se construyó después del incendio que sufrió la iglesia en el año 1652. Un altar que, como recalca el propio Navarro Riaño, "necesita una restauración".

Elaborado en el siglo XVIII, es el único de la Diócesis Nivariense que atesora las conocidas como "chinerías", detalles de influencia China cuyo auge se produjo en Europa a mediados del siglo XVIII.

Junto a él, y como vigilantes de su memoria, yacen enterrados Ignacio y Rodrigo bajo una enorme losa de mármol blanco.

Del impulso que los hermanos Logman dieron a la Virgen del Carmen quedan para el recuerdo, según detalla el mayordomo, las "suntuosas" procesiones de los siglos XVIII y XIX. A diferencia de las de ahora, salían cada tercer domingo de julio.

Por esa época, la virgen procesionaba en el baldaquino de plata que se comenzó a construir para la Inmaculada Concepción, pero que acabaron financiando los hermanos Logman. "Se llegó al acuerdo para compartirlo", precisa Navarro Riaño, quien detalla también que de Ignacio y Rodrigo fue también la idea de crear el antiguo Hospital Civil.

Fue precisamente en este baldaquino de plata en el que paseó la Virgen durante las primeras procesiones marítimas. Pero para eso hubo que esperar a principios del siglo XX, cuando la Virgen del Carmen fue nombrada reina del mar por María Cristina de Austria, regente del Reino de España durante la minoría de edad de su hijo, Alfonso XIII. Antes ya había sido designada patrona de la Armada Española.

El baldaquino de plata fue sustituido años después, debido a su peso, por una peana de níquel que fue donada por el Ayuntamiento de Santa Cruz, en aquel momento presidido por Anselmo de Miranda y Vázquez. Fue el orfebre Rafael Fernández Trujillo y Toste el encargado de elaborarla. Según precisa Navarro Riaño, es la misma peana en la que procesiona la Cruz fundacional de la ciudad cada 3 de mayo.

Estos días, tanto el mayordomo como varios voluntarios, pulen, afinan, reparan y decoran esa plataforma en la que la imagen de la Virgen del Carmen paseará por el puerto de Santa Cruz. Será el próximo martes, 16 de julio. "Tal vez sea la procesión marítima más antigua de todas Canarias", subraya este devoto, quien reconoce que el carácter marítimo de la procesión ha sido "beneficioso" para su trascendencia.

Eso sí, valora también que el aumento de las medidas de seguridad que se ha ido produciendo con el paso de los años por parte del Puerto ha alejado a la gente de la fiesta. "Es algo que debería estudiarse", sugiere. "Creo que se podrían barajar otras alternativas".

De la fama que adquirió el embarque de Santa Cruz, Navarro Riaño recuerda un reportaje sobre él que se llegó a emitir en el NO-DO, el noticiero semanal del régimen franquista.

Este año, la procesión de la capital coincide, otra vez, con el embarque de la virgen en el Puerto de la Cruz. "Pero aún así no faltará gente. Le tienen mucho cariño", asegura. Por si acaso, él los invita a no perderse la cita religiosa "más importante de la ciudad".